¿El gobierno de Estados Unidos puede revocar la nacionalidad norteamericana a quienes ya la tienen?

Las órdenes que prohíben el ingreso de refugiados o incluso visitantes de ciertos países a Estados Unidos no solo tienen preocupados a quienes buscan viajar al país, sino que también a quienes ya residen allí.

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Personas que ya tienen la nacionalidad norteamericana obtenida por las vías legales pero practican la religión musulmana o provienen de países donde esta es mayoritaria están preocupados, ya que temen que las políticas de Trump puedan tener un efecto sobre su nacionalidad.

¿El Gobierno Norteamericano puede quitar la nacionalidad a quienes ya la tienen?

Llegaron a Estados Unidos y por las vías legales lograron conseguir la nacionalidad norteamericana, lo que les entrega las protecciones constitucionales de cualquier ciudadano, pero existe un resquicio que podría privarles de su ciudadanía.

Si bien los ciudadanos norteamericanos, no importa su país de nacimiento, no pueden ser detenidos y evitarles la salida o entrada al país, sí pueden perder su nacionalidad si es que Trump decide aplicar un resquicio presente en las leyes de naturalización.

Las leyes norteamericanas permiten la revocación de la naturalización de personas si es que estas cometieron ilegalidades en el proceso de obtenerla y una de ellas es la de mentir a la hora de afirmar que no son parte de de ciertas asociaciones que el gobierno estadounidense considera peligrosas para la seguridad nacional.

Esta forma de quitar la nacionalidad se extiende por cinco años luego de obtenerla, por la que alguien que ya es norteamericano podría perder su nacionalidad si es que se considera que actualmente pertenece a una agrupación considerada peligrosa.

La obsesión de Donald Trump contra los musulmanes podría hacer que se considere peligrosas a organizaciones que funcionan en mezquitas o tienen lazos internacionales con otras, no importa que no exista ningún lazo terrorista ya que para el recién asumido Presidente practicar la religión islámica es un pecado.

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Discriminatorio, errado pero ciertamente legal dentro de los caprichos que Trump puede establecer como «hechos alternativos,» nombre con el que elegantemente se refiere a afirmaciones falsas.

No hay seguridad que algo como lo que describimos pueda darse, lo más probable es que organizaciones que luchan por los derechos civiles hagan de todo para evitarlo, pero nadie debería confiar de que está seguro porque ya se nacionalizó como norteamericano.