El descubrimiento del curioso dinosaurio rey de las narices

Este año está siendo sumamente prolífico en cuanto al descubrimientos de nuevas especies de dinosaurios se refiere, varios de los cuales, tanto por sus características físicas como sus posibles hábitos, han resultado de lo más interesante.

Hoy te traemos la última especie de estos reptiles que se ha dado a conocer y que resulta muy llamativa por un motivo en particular: posee una nariz tan grande que hace que ya se conozca como el “ dinosaurio rey de las narices”. Vamos a conocerlo.

Rhinorex condrupus, un antiguo narigudo

El nombre con que se ha sido bautizado este dinosaurio es Rhinorex condrupus (del latín rhino: nariz y rex: rey), hace honor a su nombre debido a su enorme estructura nasal, con grandes aperturas que, en relación con el tamaño de su cuerpo, hace que sea el mayor narizón de los dinosaurios de su tipo y que esté entre las mayores de entre estos antiguos reptiles.

Los fósiles del animal fueron descubiertos en una zona del centro de Utah, EE. UU., y según los estudios, habitó la Tierra hace unos 75 millones de años. Pertenecía al grupo de los hadrosaurios, los dinosaurios del Cretácico conocidos como picos de pato.

A pesar de que se recolectaron los restos en 1990, no fue hasta hace pocos años que unos científicos los redescubrieron en la enorme colección del Museo de Paleontología de Brigham Young y los estudiaron a fondo, determinando que se trataba de una nueva especie que se ha dado a conocer ahora. El animal, que era herbívoro, debió medir unos 9 metros de largo y pesar casi cuatro toneladas según las estimaciones.

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¿Qué función tenía su enorme nariz?

Aunque el propósito de su enorme gran nariz no está claro, varias hipótesis se han barajado teniendo en cuenta el uso que hacen de apéndices nasales tan desarrollados otras especies que viven hoy en día.

Según los paleontólogos, muy probablemente no tenían un gran sentido del olfato a pesar de lo que pueda parecer y esa estructura más bien serviría como medio para reconocer a otros de su especie, atraer a sus posibles parejas o también para escarbar entre la vegetación buscando alimentos.

Otros datos interesantes que los científicos han podido descifrar sobre esta criatura prehistórica es que seguramente murió en lo que antes era un río y por la forma en que se conservaron los restos, estiman que probablemente murió de manera fulminante.

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Esto ha inducido a pensar que quizás uno de los cocodrilos gigantes que habitaban la zona en esa época (que podían alcanzar hasta 12 metros de largo), pudo atacar a este animal cuando bebía y arrastrarlo rápidamente hacia el fondo del río, de manera similar a lo que ocurre hoy en África con los ñus o las cebras.

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Este descubrimiento es de gran importancia ya que contribuye a ampliar la visión geográfica que tenemos del Cretácico y de las especies que habitaron lo que hoy es Norteamérica en esa época, además de ayudar a completar un poco más el árbol genealógico de los hadrosaurios.

Majestuoso, ¿no lo crees?