¿El coronavirus se creó en un laboratorio? Investigadores resuelven la interrogante

A finales de 2019, la ciudad de Wuhan, China, fue testigo del primer brote del nuevo coronavirus COVID-19.

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El repentino caos y su rápida propagación por el mundo, que ha afectado a miles de personas, hicieron surgir varias teorías conspirativas respecto al origen de este virus.

De todas ellas, la atención se centra en dos. La primera indica que el coronavirus fue creado en un laboratorio chino, con el fin de ser una poderosa arma biológica en contra de otras potencias mundiales.

La segunda se enfoca en que la nueva cepa escapó de un laboratorio en China, debido a un descuido de los investigadores, y desde ese momento comenzó a propagarse mundialmente.

Alto a las teorías

Ante éstas y otras hipótesis sobre el origen del SARS-CoV-2, un grupo de científicos decidió desmentir las teorías a través de los resultados de un ensayo publicado en la revista Nature Medicine.

Kristian G. Andersen, experto del Departamento de Microbiología e Inmunología de Estados Unidos, indicó que el virus no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito, sino que es un producto de la naturaleza.

A partir de las características genéticas del nuevo virus, es imposible que se trate de una creación de laboratorio, de acuerdo con información del ensayo.

Andersen y su equipo llegaron a esa conclusión luego de analizar el material genético de la nueva cepa y compararlo con virus que actualmente están en laboratorios de virología.

Imagen Shutterstock

Los hallazgos

Dentro de los resultados del ensayo, los científicos indican que si se tratara de una creación de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como 'plantilla'.

El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus portado por los murciélagos; sin embargo, es sólo un 96% similar al nuevo. No es posible completar el 4% restante en un laboratorio.

«Comparamos todos los virus que podían servir como plantilla, incluidos estos que fueron hallados en el pangolín y los murciélagos, y los cálculos de la computadora señalan que no se hubiera podido crear en un laboratorio un virus que tuviera esta capacidad de infección».

Frente a esto, los resultados de las investigaciones son de suma importancia para conocer cómo evoluciona este tipo de virus.

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De acuerdo con Andersen, sólo hay una forma de generar virus que pueden afectar al ser humano, y eso es la combinación entre dos coronavirus que ya existan en la naturaleza.

Ante este ensayo, otro grupo de científicos —que no formó parte del estudio— validó los resultados.

Josie Golding, jefa de epidemiología de Wellcome Trust, explicó al diario británico The Telegraph que por la forma en la que el virus ha evolucionado, ninguno de los sistemas genéticos ya conocidos se aplica. Por ende, esto pone fin a cualquier teoría sobre una creación en laboratorio.

Para finalizar, el equipo bajo el mando de Andersen indicó que tienen más indicios para aportar a la teoría de que el virus fue transmitido de los animales a los hombres; sin embargo, seguirán investigando respecto a su origen.

La compresión detallada de cómo un virus animal saltó a los límites de las especies para infectar a los humanos ayudará a prevenir futuros eventos zoonóticos (enfermedad que puede transmitirse entre animales y seres humanos).

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