El Castillo de Moritzburg, un tesoro de Sajonia

El Castillo de Moritzburg es un tesoro del Estado de Sajonia, en Alemania. Ese bello palacio de estilo barroco está ubicado a trece kilómetros al noroeste de su capital, Dresden. Orgulloso muestra sus cuatro torres circulares descansando sobre una simétrica isla artificial.

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Su nombre proviene del Duque Moritz de Sajonia, quien construyera allí un pabellón de caza entre los años 1542 y 1546.

Residencia de la nobleza

Más tarde el Elector Juan Jorge II de Sajonia amplió el pabellón y la capilla le fue añadida entre 1661 y 1671 y consagrada al catolicismo en 1697, cuando el elector Augusto II se convirtiera a esa religión para poder aspirar al trono de Polonia. Entre 1723 y 1728 se le agregaron, hacia el norte, el bellísimo parque con forma de U (de 230 por 150 metros aproximadamente) y varias lagunas.

Hacia el este, a dos kilómetros y medio, conectado por  un corredor que permite su visualización, está el Pequeño Castillo Pheasant que se construyó entre 1770 y 1776, no lejos de él está la Fuente de Venus, una de las fuentes barrocas más grandes de Sajonia.

Los terrenos se ampliaron y se dotó al lago de un puerto en miniatura, un malecón y un faro. El Príncipe Ernesto Enrique de Sajonia vivió allí desde 1933  a 1945, como último representante de la Casa de Wettin; al culminar la segunda gran guerra la administración soviética lo desposeyó del título y de sus posesiones.

El mobiliario y la vajilla

Una colección de carruajes reales nos recibe en el hall de entrada. El interior del castillo está amueblado y decorado con estilo barroco y posee la colección de cornamentas de ciervos rojos más importante de su clase, muchos de esos trofeos tienen entre 270 y 400 años de antigüedad; e incluyen la cornamenta más pesada obtenida mundialmente, con 20 kilogramos de peso y una altura de dos metros y a la más ramificada, con 66 puntas.

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En la Sala de la Porcelana se exhiben objetos traídos de China, de Japón y de la vecina ciudad de Meissen, famosa en el mundo entero por sus manufacturas en ese material.

Las habitaciones (algunas con las paredes revestidas en cuero pintado) contienen profusión de laqueados, tanto en el mobiliario como en la ornamentación y hay incluso muebles realizados en plata similares a los del Palacio de Versailles.

En Friedewald, el bosque que se extiende en el lado norte, se taló una estrella de ocho brazos, esa era la zona destinada para la cacería del zorro; hubo allí en un tiempo una Hellhaus, o Casa de Vidrio, erigida en 1787, hoy pueden verse sus restos en el punto de intersección de los ocho caminos.

A lo largo del siglo XIX se fue cambiando el estilo del parque a uno más romántico y todo está preparado para recibir a la enorme cantidad de visitantes que llegan de todas partes para conocer esta verdadera maravilla.

¿Habían escuchado hablar previamente del Castillo de Moritzburg? ¿Qué les parece este bello sitio?