"Kibera", que significa “bosque” o “jungla” en nubi, es un asentamiento informal ubicado en los suburbios de Nairobi, Kenia. Se trata del asentamiento más pobre del país, y el segundo más grande de África con más de 2 millones de habitantes...
El arte puede cambiar vidas y la historia del asentamiento más pobre de Kenia nos lo demuestra

Una realidad difícil
El exceso de población, la falta de saneamiento y viviendas hacen de Kibera un lugar difícil para vivir.
Pero en medio de la miseria y la pobreza que sufren sus habitantes, surge una historia que vale la pena conocer.
Una esperanza para los niños
Mike Wamaya, es un ex bailarín de ballet profesional, que dejó su sueño en Europa para poder dedicarse al ballet en Kibera, donde cuenta con una clase de 40 alumnos.
Gracias a la iniciativa de la organización Anno’s Africa, que financia la formación en artes alternativas de 800 niños en Kenia, fue posible hacer la clase en el asentamiento de Kibera.
El salón donde los niños estudian a diario, es el espacio donde una vez a la semana los alumnos pueden practicar ballet.
El objetivo es darles a los niños bienestar tanto físico como mental.
El arte como medio para salir adelante
En ese salón, el ballet no es solo un baile, es un medio gracias al que pueden sentirse plenos, mejorar su autoestima y recargar fuerzas para enfrentar los obstáculos de su vida diaria.
Sí: el salón no tiene puertas y cuenta con varios vidrios rotos, pero tiene tanto o más amor y alegría que los salones más privilegiados de ballet de cualquier otro lugar del mundo.
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