La mayoría de los agricultores en Estados Unidos son migrantes indocumentados. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) estima que más de un millón de personas sin residencia legal trabajan en el cultivo y cosecha de alimentos.
EE.UU. reconoció el trabajo de los indocumentados por el COVID-19, pero no como se esperaba



Aunque a lo largo de los años se ha intentado visibilizar la importancia de estos trabajadores para la economía y alimentación del país, es ahora cuando se finalmente se reconoce su papel.
El Gobierno Federal entregó documentos que acreditan a los jornaleros como trabajadores esenciales, todo esto mientras el país atraviesa su momento más duro en la crisis por coronavirus (COVID-19).

Las disparidades fueron visibles desde el inicio: mientras miles de estadounidenses oficinistas mantienen el distanciamiento social dentro de sus casas, los trabajadores de agricultura siguen saliendo todos los días a recolectar las verduras que alimentan a la nación.
«Es como si de repente se dieran cuenta de que estamos contribuyendo», dijo en exclusiva a The New York Times la señora Silva, una migrante de 43 años de edad que trabaja recolectando mandarinas en California.

Ahora bien, el documento mencionado al inicio y otorgado a los jornaleros, es una especie de protección legal para los trabajadores indocumentados. No podrán ser detenidos o arrestados por salir de sus casas.
Si llegan a verse increpados, sólo tendrán que mostrar a los oficiales dicho papel, mismo que los acredita como trabajadores esenciales, y así evitarán ser cuestionados por la autoridad.

A pesar de la buena noticia, el documento no es suficiente protección legal para evitar que sean deportados.
Por el momento, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) anunció que concentrará su trabajo en los migrantes que “representan una amenaza para la seguridad pública o criminal”.

Es decir, si bien se suspenderán temporalmente las operaciones de redadas, un oficial aún tiene la capacidad de deportar a personas indocumentadas si, para él, "representan una amenaza".
De esta manera y de acuerdo a testimonios recopilados por los medios, Estados Unidos muestra que los migrantes son una importante fuerza de trabajo, pero "no es un país listo" para protegerlos del todo.
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