Dresden, la bella ciudad sajona

Imagen Thinkstock

Dresden es una bella ciudad del Estado Federado de Sajonia, situada en el Valle del Río Elba (sobre los veinte kilómetros que median entre el Castillo de Übigau y el Palacio de Pillnitz), a algo menos de 200 kilómetros de Berlín, en Alemania.

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Ya hubo pobladores en la zona desde el Período Neolítico; hacia el siglo XIII se la menciona por primera vez por su nombre actual y culminando el siglo XV se convierte en la residencia del Rey de Sajonia. En el año 1785, el gran poeta Schiller escribe en ella su Oda a la Alegría.

Pensar en verde

La ciudad antigua (o Altstadt) fue destruida totalmente durante la segunda gran guerra y luego que terminara el conflicto y se dividiera el territorio hasta las ruinas fueron dinamitadas, pocos son los edificios históricos que llegaron hasta nuestros días; las autoridades reconstruyeron el Palacio Zwinger, la Catedral y el Teatro de la Ópera.

Tras la reunificación del país más construcciones antiguas se demolieron pero otras se restauraron y se convirtieron en emblema del patrimonio nacional; tal el caso de la Frauenkirche, concluida en el año 2005, iglesia que simboliza la reconstrucción.

Junto a la ciudad antigua está la ciudad nueva (o Neustadt) que incluye también a los barrios periféricos. Un 63% de la superficie total de la ciudad está ocupada por espacios verdes.

El valle está rodeado por las estribaciones de los Montes Metálicos (donde nacen dos de los afluentes del Elba, el Weiberitz y el Lockwitzbach), por las laderas en las que culmina la Meseta de Lusacia y por las Montañas Elbsandstein; la mayor altura dentro de Dresden la ostenta el Monte Triedenberg, situado al norte del río con casi cuatrocientos metros.

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El estilo barroco y la reconstrucción

En su arquitectura prevaleció siempre el denominado Barroco de Dresden, pero se usaron también los estilos renacentista y clásico. Desde lo alto de la Frauenkirche, o Iglesia de Nuestra Señora, que se eleva a 91 metros, se tiene una vista maravillosa de toda la ciudad.

La Hofkirche, o Iglesia de la Corte, es la segunda en altura y en 1980 se la consagró como catedral. Dresdner Schloss era la antigua residencia de los reyes, hoy alberga importantes colecciones y realiza varias exposiciones al año.

El Augustusbrücke, o Puente de Augusto, une el casco antiguo con la Neustadt.

La Terraza de Brühl es un conjunto arquitectónico situado a la orilla del Elba, en él se encuentra la Escuela Superior de Bellas Artes, se accede a esta famosa terraza (conocida como el balcón de Europa) por unas escaleras que nacen en la Schlossplatz

La visita a cada una de esas maravillas como también al parque barroco Grober Garten, en el centro mismo, nos darán una idea de lo que es resurgir de las cenizas gracias al tesón y el esfuerzo del pueblo mismo que no se resignó y deseó ver a su ciudad en pie nuevamente.

¿Han visitado Dresden alguna vez? ¿Qué les parece esta bella ciudad?