¿Donald Trump se hizo feminista o está usando a una mujer musulmana para sus propios intereses discriminatorios?

"Quiero escuchar a su mujer decir algo, ¿será que no se le está permitido hablar?". Cuando Donald Trump, candidato a la presidencia de los Estados Unidos conocido por su controversial existencia política, pronunció estas palabras, pensamos que, tal vez, el bicho del feminismo le había picado. Pero, ¿de qué se trata realmente?

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El discurso de Khizr Khan: "Trump no ha sacrificado nada y debería leer la constitución".

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En el marco de las elecciones presidenciales estadounidenses, que serán en noviembre de este año, se llevaron a cabo, en julio, las convenciones de cada partido político. Durante estos eventos, cada partido elige oficialmente a su representante y se aprovecha, igualmente, para traer todo tipo de invitados que, mediante discursos o simples apariciones, dan su apoyo, simbólico o no, al candidato o partido en cuestión.

Durante la convención democráta, conocida en inglés por sus siglas DNC (Democratic National Convention), uno de los invitados para hablar en favor de Hillary Clinton fue la pareja formada por  Khizr y Ghazala Khan, padres de Humayun S.M. Khan, militar muerto en la guerra de Irak.

La aparición de esta pareja no es nada banal y podemos adivinar los motivos detrás de la maquinaria política marca Clinton para elegirlos a ellos y no a otros para fomentar su voto. Después de todo, en una época en la que el Islam está en boca de todos (sin que por ello los debates sean informados o útiles), y luego de que Trump dijo claramente que, si llegara a ser presidente, ningún musulmán volverá a entrar a los Estados Unidos, obtener el favor de las comunidades musulmanas estadounidenses es un objetivo a cumplir para el partido que se enorgullece de luchar por los derechos de las minorías oprimidas.

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Más allá de estas consideraciones, el discurso de Khizr Khan fue efectivo y reverberó notablemente en el público. Sus palabras tocaron a la gente, dentro y por fuera de los Estados Unidos. Khan habló de su hijo y de la política racista y discriminatoria de Trump: "Si fuera por Trump, mi hijo no hubiera estado en este país para defenderlo". Khizr Khan también sentenció que Trump "nunca había sacrificado nada ni nadie". Finalmente, acusó al candidato de no haber leído la constitución de los Estados Unidos y sacó un ejemplar de su bolsillo. Blandiéndolo frente a la cámara, Khan le aseguró a Trump: "sería un gusto prestarte mi ejemplar". El público estalló en aplausos y vítoreos.

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En cuanto al video de la intervención de Khan, su discurso comienza en el minuto 2:24 (lamentablemente el video no tiene subtítulos pero sus momentos cruciales fueron abordados en el texto):

La respuesta de Trump: "Su esposa no tenía nada que decir".

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Trump se refirió a los comentarios de Khizr Khan en una entrevista otorgada al canal ABC. En ésta, el candidato desmiente las acusaciones del padre del militar difunto, diciendo que "él no sabe si yo hubiera dejado entrar o no a su hijo al país" (aunque, reiteramos, Trump bien dijo que no quería más musulmanes en el país, y Humayun Khan era musulmán). Pero el comentario que más llamó la atención fue el que Trump hizo sobre la madre del militar, Ghazala Khan, que durante el discurso dado por su esposo se mantuvo en silencio a su lado sin intervenir en ningún momento.

Según Trump:  "Su esposa no tenía nada que decir. Tal vez no se le está permitido decir algo. Ella estaba muy callada y parecía que no tenía nada para decir". En otra entrevista, el magnate se expresó más directamente: "Me gustaría oír a su esposa decir algo".

Es irónico que Trump se interese por conocer la opinión de una mujer y pida activamente que se oiga la voz de dicha mujer, sobre todo si consideramos las pesadas acusaciones de sexismo y misoginia que pesan sobre este controversial candidato.

En un artículo del diario inglés The Telegraph sobre la temática, la periodista Claire Cohen hace un relevo del tipo de comentarios utilizados por Trump para referise a mujeres de su entorno. ¿Las palabras que resaltan?  "Gorda. Cerda. Perra. Guarra. Animal asqueroso". En el 2012, Trump publicó un tweet en el que decía que la periodista Arianna Huffington (sí, la fundadora del Huffington Post) es "poco atractiva por dentro y por fuera. Entiendo porqué su ex-esposo la dejó por un hombre. Tomó la decisión correcta".

Cuando no estuvo de acuerdo con el estilo periodístico de la reportera Megyn Kelly (que trabaja en Fox News, canal que generalmente privilegia el punto de vista republicano), Trump dio a entender que Kelly seguramente tenía el período. Trump ha dicho que las mujeres que amamantan en público son asquerosas, que si hay muchos casos de violaciones en la armada estadounidense, es porque hombres y mujeres cohabitan, que Hillary Clinton no podría satisfacer a su país ya que no sabe satisfacer a su esposo, y podríamos seguir pero la lista es larga.

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Pero ahora, de repente, Trump es feminista. Trump ve a una pareja hablando en público y reconoce que solo el hombre habla y la opinión de la mujer no parece importar. ¿Es así?

Ghazala Khan: "Trump se equivoca, simplemente no pude hablar en ese momento".

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Conociendo entonces sus palabras y actitudes, resulta curioso que Trump se interese, de pronto, por señalar una supuesta desigualdad de género en el ámbito de la representación mediática. Es justo decir que la crítica de Trump va directamente ligada a su percepción del islam y de los musulmanes. Después de todo, dijo que "tal vez no se le está permitido decir algo" a Ghazala Khan.

Se trata aquí de una referencia bastante evidente a la idea de que las mujeres musulmanas son forzosamente oprimidas por los valores inherentemente patriarcales del Islam, una religión y cultura que, en la mente de Trump, es siempre y absolutamente intolerante, misógina, y bárbara.

Luego de lo que sintió como un ataque personal, Ghazala Khan publicó un artículo editorial en el Washington Post en el cual explicó la razón de su silencio: "Sin decir ni una sola palabra, todo Estados Unidos sintió mi dolor". En la publicación también habla de su hijo fallecido, del inmenso dolor de su pérdida, y de la última vez que habló con él (en el día de la madre del año 2004). También cuenta que sintió miedo al enviar a su hijo a la guerra, habiendo ella misma vivido una, en 1965 en Pakistán (su pais de nacimiento), cuando era sólo una liceal. "Mi esposo me preguntó si yo quería hablar, pero le dije que no sería capaz de hacerlo", dice al final de su publicación.

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En una emotiva entrevista con el canal MSNBC, Ghazala Khan explicó, con lágrimas recorriendo su rostro (al igual que su esposo, sentado a su lado), que no quiso hablar en la convención porque ver la imagen de su hijo le causa tal dolor que supo que no podría controlarse. En efecto, durante su aparición en el evento, una fotografía de su hijo fallecido aparecía en las pantallas gigantes del escenario. "No puedo ni siquiera entrar a un cuarto donde están sus fotos", confiesa Ghazala Khan, en una entrevista que claramente le fue muy dolorosa pero que "sintió que tenía que dar para responderle a Trump".

Mensaje de Twitter para Trump: las mujeres musulmanas hablan y además, ¡responden!

En las últimas horas, el hashtag  #CanYouHearUsNow (#PuedesOírnosAhora?) comenzó a circular en Twitter, impulsado por mujeres musulmanas (estadounidenses, pero no solo) que también quisieron responder al comentario de Trump en el que dio a entender que las mujeres musulmanas no hablarían porque así lo estipula su religión.

"¿Que a las mujeres musulmanas "no se les permite hablar"? Di una charla en @TEDTalks y recibí una ovación".
"Esta soy yo, dando una ponencia en la Universidad de Georgetown. ¿Parezco oprimida?"
"Mujeres musulmanas lideran organizaciones que luchan contra la violencia sexual en nuestro país. ¿Qué tal anda tu concurso de belleza?" (Trump es el dueño de Miss USA)
"¡Por favor no proyectes sobre nosotras lo que sucede en tu hogar!" (en la foto, Trump habla mientras su esposa lo mira)

¿Feminismo flash de Donald Trump o instrumentalización de las mujeres musulmanas?

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En su texto del Washington Post, Ghazala Khan se pregunta : "Trump tiene hijos a los que ama. ¿En verdad le es tan difícil entender por qué no hablé?".

¿Qué sucede cuando un hombre político acusado de misoginia y sexismo intenta ser el liberador de una mujer cuya vida no conoce, pero piensa conocer, en base a sus prejuicios? ¿Qué sabe Trump de la vida de Ghazala Khan?  Sabe lo que piensa saber, en base a sus nociones prejuiciosas. Si es una mujer musulmana, ha de ser oprimida. Si es un hombre latino, ha de ser un violador (por hacer referencia a otro prejuicio de Trump). Pero esta no es la parte más peligrosa de su razonamiento. Lo más pernicioso de su manera de pensar está en el hecho de victimizar gratuitamente a una mujer musulmana para erigirse él mismo como salvador.

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Trump no es feminista. Pero sí sucede que existe cierta tendencia dentro de algunos feminismos, comúnmente llamada  feminismo blanco o white feminism, en la cual el concepto de lucha es europeo-céntrico, y se considera legítimo "rescatar" a aquellas mujeres que vivirían en culturas o países retrógradas*. Sobre todo desde el 11 de setiembre,  las mujeres musulmanas son uno de los blancos favoritos de estos complejos mesiánicos de algunas luchas sociales. Se supone que son oprimidas, se supone que necesitan ser rescatadas, pero tampoco se les pide su opinión, ni se las deja hablar, ni se las escucha cuando hablan, solo se las insta a liberarse y se les explica cómo deben liberarse.

Que Trump le haya hecho bullying mediático a una mujer que no podía retener el llanto por la muerte de su hijo, no sorprende mucho a nadie. Pero sí debería chocarnos que su retórica haya funcionado, y que Ghazala Khan haya tenido que salir a dar el rostro al mundo entero, como si tuviera algo que reprocharse, a hablar de algo inmensamente doloroso, solo para que Trump dejara de decirle que era una pobre víctima oprimida.

Trump no defiende los derechos de las mujeres, salvo si estas mujeres están marcadas por una cultura foránea, y no le hacen cuestionar el funcionamiento de su propia cultura. Trump no defiende los derechos de las mujeres, salvo cuando éstas le sirven para seguir definiéndose a sí mismo como civilizado.

* El concepto de white feminism es ampliamente más complejo, pero no podemos abordarlo enteramente en esta publicación.