Diploria labyrinthiformis: El coral cerebro

El mundo submarino tiene para ofrecer una infinidad de joyas y tesoros naturales que deleitan a la vista. Son muchísimos los organismos que son espectaculares en sí mismos, y hablo de todas las variedades que debajo del mar existen, desde algas hasta cefalópodos. Los corales son los que nos interesan esta vez, especialmente el Diploria labyrinthiformis, el coral cerebro.

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El nombre lo dice todo, un coral con forma de laberinto. Y sí, es  una de las lecturas que puede hacerse, pero lo cierto es que el Diploria labyrinthiformis se asemeja más bien a un cerebro. Y esto no sólo por su forma cerebral, sino que por los canales que recorren toda su superficie.

Este coral crece en el Caribe, las Bahamas, Bermuda y Florida. Normalmente se lo encuentra en sectores lejanos a la costa, en arrecifes que se encuentran entre uno y treinta metros de profundidad.

El coral cerebro crece hasta dos metros de diámetro, y uno de sus mecanismos simbióticos de subsistencia resulta más que interesante. El coral aloja a unas pequeñas algas llamadas zooxanthelas, las cuales aprovechan muchos de los nutrientes del coral y su protección, mientras que el coral aprovecha la energía y nutrientes de las algas para calcificarse y crecer.

Imagen Thinkstock
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