¡DIFÍCIL DE CREER! Esta mujer caminó 16.000 kilómetros por el mundo y esta es la explicación

¡Me dejó sin palabras!

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Resulta curioso intentar comprender qué lleva a una mujer a querer atravesar dos continentes, 6 países o mejor dicho 16.000 kilómetros caminando durante 1.000 días en total soledad.

Sarah Marquis, de 43 años, nacida en un pequeño pueblo de Suiza afirma que siempre fue una persona curiosa y que su infancia la pasó corriendo por los campos suizos, trepando árboles y observando aves.

¿Cómo fue su aventura?

La travesía le costó 8 pares de botas, tres años y 3.000 tazas de té. Sarah describe esta aventura como uno de sus sueños cumplidos y sostiene que fue una respuesta al llamado interior que sentía: ''Quería comprender a la naturaleza y de qué estoy hecha a un nivel más profundo''.

Sus desafíos se hacían más grandes: escaló en Nueva Zelanda, atravesó los Estados Unidos, caminó 14.000 kilómetros a lo largo de Australia y por si fuera poco trepó los Andes. 

Pero en el 2010 se propuso la odisea más desafiante de todas: empezó por Siberia, a través del desierto de Gobi, China, Laos y Tailandia. Luego viajó en un barco de carga hasta Brisbane y caminó todo el país australiano.

Algunas dificultades...

Como era de esperarse, Sarah se enfrentó con varias adversidades a lo largo de su recorrido. Una de ellas fue proporcionarse sus propios alimentos de la caza y el suelo. Si bien había engordado bastante antes de emprender su recorrido, eso no le sirvió de mucho.

Afirma que quería volver a nuestros orígenes, vivir como lo hicieron los aborígenes 60,000 años atrás y que eso la hizo darse cuenta de que no era simple en absoluto.

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También fue importante para esta aventurera mantener la mente activa y proteger su cuerpo, con mucha determinación y pensando siempre en su meta.

Los peores peligros

¿Por quién se sintió más amenazada? Por los humanos. En la jungla de Laos fue atacada por narcotraficantes, una escena que provocó un gran shock en ella.

Afirma que está orgullosa de ser mujer, pero que a veces desearía tener los músculos de un hombre. Su género le implicó varios desafíos (¡te endendemos, Sarah!). Incluso cuenta que en ciertas partes del mundo tuvo que hacerse pasar por un hombre para seguir disfrutando de su libertad.

No hay muchas mujeres aventureras, y Marquis está orgullosa de ser un ejemplo y un recordatorio a todas las mujeres alrededor del mundo de que SÍ SE PUEDE.

Puede no ser una caminata de 1000 días, pero esta admirable mujer está convencida de que todas tenemos una gran aventura que cumplir.

Y tú, ¿te animarías a hacer lo que hizo ella?

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