Día Internacional por el fin de la impunidad de los crímenes contra periodistas: ¿qué obstáculos enfrentamos?

Solo el 10% de los crímenes contra periodistas han sido condenados

Según cifras oficiales de las Naciones Unidas, en los últimos diez años, más de 800 periodistas han sido asesinados por el solo hecho de cumplir con su labor. Aún más preocupante es la cifra en relación a la impunidad en la que se mantienen estos crímenes: solo el 10% han concluido en una condena.

Este tipo de situación genera un círculo vicioso de violencia permanente. La impunidad conduce a más violencia, por lo que los agentes criminales pueden permitirse llevar a cabo todo tipo de acciones violentas, ya que no corren riesgo de ser sometidos a la justicia. Al mismo tiempo, las poblaciones viven en miedo constante. Además del evidente costo humano, esto puede tener un efecto nefasto sobre la economía, los procesos democráticos, y sobre la producción cultural.

Sin embargo, las cifras dadas no cuentan toda la historia, ya que no incluyen los ataques que no terminan en muerte, como la tortura, las desapariciones, las detenciones arbitrarias, la intimidación, el acoso, los ataques sexuales y cualquier forma de violencia ejercida sobre una persona por el sólo hecho de ser periodista.

Una fecha con una triste memoria

En diciembre del año 2013, la Asamblea General de la ONU eligió el 2 de noviembre como "Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas". Asimismo, la asamblea aprobó su primera resolución relativa a la seguridad de los periodistas y la temática de la impunidad.

En ésta, se condena cualquier tipo de ataque no sólo contra periodistas sino contra trabajadores de los medios de comunicación. La fecha corresponde a un triste evento: el 2 de noviembre del año 2013, dos periodistas franceses fueron asesinados (luego de que habían sido secuestrados) en Mali.

Una resolución histórica

La resolución de la Asamblea General fue histórica por varias razones. Primero, porque instó a los estados miembros de la ONU a tomar medidas concretas que prevengan la violencia contra periodistas y para asegurar que las agresiones y muertes no queden impunes.

En segundo lugar, la medida exhorta a los estados miembros a garantizar no sólo los derechos de las víctimas pero también el derecho de los periodistas a trabajar en ambientes pacíficos, sin ningún tipo de presiones ni interferencias. La idea entonces es lidiar con la violencia pero también prevenirla.

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