El Día Internacional de la Visibilidad Transgénero se celebra anualmente el 31 de marzo y tiene como objetivo sensibilizar en contra de la discriminación hacia las personas trans y conocer mejor su realidad.
Día Internacional de la Visibilidad Transgénero: la historia de Avery Jackson y su necesaria reflexión

La fecha fue instaurada por la activista transgénero Rachel Crandall, de Michigan (Estados Unidos), en 2009. Y surgió frente a la necesidad de generar conciencia respecto a este asunto. Recordemos que el único evento que se conocía antes de esta fecha era el Día Internacional de la Memoria Transexual, una fecha para llorar la pérdida de personas trans por crímenes de odio.
En busca de la igualdad

Si bien hoy en día la palabra «transgénero» se ha vuelto mucho más conocida, es necesario un mejor entendimiento para garantizar la igualdad de las personas trans.
Una encuesta realizada por Human Rights Campaign reveló que una de cada tres personas en Estados Unidos conoce personalmente o trabaja con una persona trans. Estas cifras constituyen el doble de lo que sucedía hace dos años. Y ni hablar que en 2008, cuando menos de una de cada diez personas conocía a alguien trans.
En los últimos años, las personas transexuales se han vuelto más visibles. Hay un mayor acceso a la atención relacionada a la transición así como redes de apoyo para la ayuda mutua. Esto ha contribuido a que más personas se animen a mostrarse como son y se reconozcan como parte de una comunidad que solo quiere ser aceptada y disfrutar de los mismos derechos que los demás.
Si bien la visibilidad de las personas trans ha cambiado y se ha avanzado, todavía queda mucho por hacer. El estigma y la transfobia son una realidad que resulta en acoso diario y violencia.
Intensificar las fuerzas

Este año en particular propone ser un gran desafío para los derechos de la comunidad trans en Estados Unidos, dado que Donald Trump parece tener como objetivo ignorar sus derechos.
Por eso, más que nunca, es necesario reivindicar a la comunidad trans, así como a las familias que han apoyado y ayudado a que la transición sea posible.
Recordemos una historia inspiradora. El año pasado, Avery Jackson (de 9 años) hizo historia al ser la primera persona trans en salir en la portada de National Geographic.
Lejos de querer convertirse en una figura de la identidad de género, Avery Jackson solo soñaba con poder ser ella misma: una niña.
Su madre recuerda cómo pasó de ser un niño feliz y extrovertido a los 2 años, a mostrarse triste y depresivo entre los 3 y los 4. Pero cuando se vestía de princesa, su rostro cambiaba y se iluminaba. En ese momento sus padres pensaron que era gay y que no había ningún problema en ello.
Pero eso no era lo que le pasaba a Avery, él se sentía una niña por dentro y no dudó en decírselo a su madre.
Visitar al médico y a terapeutas genéticos, así como permitirle usar vestido los fines de semana fueron parte de las primeras medidas hacia su transición, siempre con el apoyo de una familia que supo estar al lado de su hija y buscar que se sintiera plena.
A su corta edad, ella tenía claro que no quería mostrarse como algo que no era. Ir a los cumpleaños con ropa de niña o de color rosa la hacía feliz y su familia lo veía.
Hoy Avery se siente animada y feliz, y puede mostrarse cómo es tanto por dentro como por fuera. Su conmovedora historia es una de las tantas que nos demuestran lo importante que es poder ser uno mismo y recibir el apoyo de la familia durante la transición.
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