Tal vez la raíz del problema surja en el hogar, donde todavía en pleno siglo XXI la mujer es la que hace gran parte de las tareas. En un mundo donde hemos obtenido tantas victorias, todavía hay muchas de nosotras que toleran que sea la mujer la encargada de las tareas domésticas. Porque para salir del apuro terminamos haciéndolo nosotras, porque "hoy no me cuesta nada y mañana intentaré que tampoco", porque "si no lo hago yo, él no sabe hacerlo bien" y un montón de otras excusas que parecen simples, pero que esconden un estereotipo del cual deberíamos deshacernos de una vez.
De todos los multimillonarios del mundo solo el 11 % son mujeres: conozcamos nuestra realidad


En el Reino Unido 5.8 millones de mujeres trabajan medio horario, mientras que solo 2.1 millones de hombres lo hacen. Algo similar sucede en Australia donde el 70 % de hombres trabajan tiempo completo mientras que solo un 40.7 % de mujeres lo hacen. Y a no perder de vista que el trabajo "no pago" de la mujer ocupa mucho más tiempo que jornada completa del hombre.
Pero las diferencias no solo se dan a nivel de horas trabajadas por semana, sino también en la brecha entre los salarios de los hombres y mujeres.
La diferencia salarial

En Brasil una mujer gana U$S 48 por U$S 100 que cobra el hombre, siendo este el país con la brecha salarial más grande en América Latina. Y en países desarrollados como Estados Unidos donde esperaríamos que los resultados sean otros, las mujeres reciben un 80 % de lo que cobra un hombre por realizar el mismo trabajo. Y en Australia se mantiene una diferencia salarial de un 17 % menor para las mujeres.
No caben dudas de que esto no es un problema que le concierne solo a los países subdesarrollados ya que el país más "igualitario" en el mundo es Ruanda donde la mujer gana el 88 % de lo que gana un hombre en el mismo puesto (igualitario pero aún llamativamente desigual).
¿Un reflejo?

Las razones por las que las mujeres solo ocupan un 11 % se aclaran con mirar unas pocas cifras comparativas. En Australia solo un 16% de mujeres tienen puestos de CEOs, en Estados Unidos esa cifra sube a 24 % (y a tener en cuenta que ganan el 74 % de lo que ganaría un hombre en su puesto).
En Japón se propusieron alcanzar al 30 % de mujeres líderes de compañías para el año 2020 pero luego el gobierno redujo esa cifra a un 7 % porque "es importante ser realistas". En Latinoamérica el porcentaje de mujeres con puestos altos es de un 18 % y sorprendentemente en Rusia un 45 % de mujeres ocupan puestos de alta responsabilidad.
Con estas cifras no es necesario hacerse más preguntas acerca de por qué solo un 11 % de mujeres tienen un lugar entre los multimillonarios del mundo. No es que queramos estar en esa lista, porque el dinero en este caso es solo el reflejo de una problemática de raíces profundas. Queremos el mismo derecho que tienen los hombres y ser consideradas por igual.
2 contra 18

Hoy en día, en la lista de las 20 personas con más dinero del mundo se encuentran solo 2 mujeres. Si bien 18 contra 2 demuestra un dominio masculino, unos años atrás tal vez habría sido impensable que una mujer obtuviera un puesto en esta lista. De todos modos, insisto: 2 contra 18 es una disparidad enorme que habla por sí sola.
No todo es dinero en esta vida

Otro aspecto importante a destacar es que ese 11 % es en términos exclusivamente económicos. Pero como género no podemos perder de vista que la cantidad de mujeres poderosas con importantísimos cargos de responsabilidad alrededor del mundo está creciendo, algo que podría consolarnos y darnos esperanzas de que si la lucha persiste obtendremos esa igualdad.
Es importante que renunciemos a "ser las únicas que hacemos las tareas domésticas", que nos demos cuenta de que deberíamos trabajar la misma cantidad de horas que los hombres y compartir esas tareas que también son un trabajo pero que nadie tiene en cuenta. Y también, claro, exigir la misma cantidad de dinero por realizar un trabajo: porque nuestros esfuerzos son igual de valiosos.






