¿Cuántas lamidas dura un chupetín? Los científicos tienen la respuesta

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Si eres de los ansiosos que no puede esperar a que los caramelos simplemente se disuelvan en tu boca y siempre los terminas mordiendo, te interesará saber lo que estoy a punto contarte. Si no muerdes un chupetín, este dura exactamente 1000 lamidas antes de llegar a su centro.

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¿Sorprendido? Si: puedes lamer mil veces un chupetín antes de llegar al centro del caramelo. ¿Cómo lo sé? Los científicos lo anunciaron en una reciente investigación. Aunque no lo creas, los científicos también se dedican a investigar esas cosas. Ah, y antes de que lo olvide, para digerir tanto dulce podrías comenzar escuchando esta canción y continuar leyendo...

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¿Investigación científica? 

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A decir verdad, el cálculo de cuánto demora en disolverse un chupetín es tan solo una  aplicación de una investigación mucho más seria y compleja sobre cómo se comportan diferentes materiales en los fluidos. 

Los científicos de la Universidad de Nueva York se dispusieron a investigar las cualidades de algunos materiales y cómo estos son disueltos expuestos a determinados fluidos y soluciones acuosas

Para el caso de los caramelos o paletas, descubrieron una fórmula matemática que predice exactamente la cantidad de capas de fluido acuoso (en otras palabras: lamidas) son necesarias para deformarlo y eventualmente disolverlo.

Lo primero que observaron los científicos es algo bastante intuitivo, a decir verdad. Se trata de la idea de que un patrón uniforme de fluido conduce a una deformación uniforme del objeto. Es decir, si lames un caramelo siempre del mismo lado, solo ese lado del caramelo se disolverá.

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La matemática de los dulces

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Ahora bien, lo novedoso es que tal observación les permitió obtener una expresión analítica de cuántas lamidas serían necesarias para acabar con todo el caramelo hasta llegar a su núcleo. La tasa de disolución del caramelo es igual a la raíz cuadrada de la velocidad del fluído, y el volumen de disolución es una función cuadrática de dicha tasa.

Dicho así parece absurdo, pero es completamente cierto. Si bien los científicos no lo comprobaron comiendo caramelos ellos mismos, sí lograron verificarlo de manera empírica. 

Interesante, ¿no lo crees? Ahora me han dado ganas de hacer la prueba... ¿tú que dices? ¿Te aguantas tanto tiempo sin romper el caramelo? O peor aún, ¿estás dispuesto a contar hasta mil solo para comprobarlo? 

Definitivamente yo no, pero para tentarte un poco y poner a prueba tu ansiedad te dejo este curioso y muy gracioso experimento que se realizó con niños.