El mayor ícono de Rio de Janeiro yace sobre el Cerro del Corcovado, con los brazos abiertos a unos visitantes que escalan esta montaña hasta obtener las mejores vistas de la ciudad brasileña.
¿Cuál es el origen del Cristo Redentor de Rio de Janeiro?


Sin embargo, no todos conocen la historia en torno a una de las Maravillas del Mundo Moderno, la cual os traemos en este repaso acerca del origen del Cristo Redentor de Rio de Janeiro.

Mirando a la bahía
En 1859, la cima del Cerro del Corcovado estaba considerada como uno de los lugares más mágicos de Rio de Janeiro gracias a sus increíbles vistas, si bien su antiguo nombre, Pico de la Tentación, hacía referencia al lugar en el que según muchos Cristo se vio tentado por el Diablo. La idea de realizar un monumento en tan místico enclave pululó entre los círculos religiosos impulsada por el presbítero católico Pedro Maria Boss.
Sin embargo, la idea se paralizó hasta 1921, un año antes del centenario de la Independencia de Brasil.
Finalmente en 1923 se convocó un concurso en el que se incitaba a los interesados a exponer su particular visión del monumento que coparía el cerro, siendo elegido el ingeniero Hector Da Silva Costa. Aún así, la construcción del Cristo fue realizada en Francia por el escultor Paul Landowski, ya que los organizadores consideraban que en Brasil no encontrarían artistas de calibre para impulsar la obra.
De este modo, los diversos trozos del Cristo Redentor llegaron esparcidos a la bahía de Rio de Janeiro y fueron colocados hasta que la estatua fue inaugurada el 12 de octubre de 1931, tras un encendido previsto desde la ciudad italiana de Nápoles que se vio truncada.
El resultado final del Cristo Redentor fue una estatua de 38 metros de altura (incluyendo el soporte) cuya apariencia se vería modificada en diversas ocasiones a lo largo del siglo XX.

Maravilla del Mundo Moderno
En 2007, el Cristo Redentor fue nombrada una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, designio que confirma la inspiración de este monumento para los artistas y turistas que atraviesan la ciudad de los bikinis y las palmeras para abrazar las vistas de ese Rio de Enero mitificado por la presencia de tan icónico anfitrión.
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El origen del Cristo Redentor de Rio de Janeiro bebe de unas creencias religiosas atribuidas a este pico estratégico de la costa brasileña. Con el paso del tiempo, el misticismo dio pie a una inspiración que moldearía la figura de un monumento considerado único en el mundo.
¿Has visitado alguna vez el Cristo Redentor?







