Copa menstrual: Una alternativa a la escasez de tampones en Argentina

Si estás acostumbrada a usar tampones, seguro ya te encontraste con la noticia: ¡No hay! Las trabas a las importaciones y la llegada del verano fueron una combinación explosiva para las usuarias de tampones en el país. Algo tan simple y accesible se convirtió en uno de los elementos más buscados con la llegada del calor y el protagonismo de los trajes de baño.

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El problema

Todas hemos escuchado sobre la falta de determinados productos importados en éstos últimos años. Llegó el turno de los tampones, nuestra salvación a la hora de meternos a la pileta y caminar cómodamente por la playa en determinados días del mes. 

En la costa argentina el problema se agrava porque la demanda es mucho mayor. En la mayoría de los locales no hay stock o solamente ofrecen los "mini". 

Una de las estrategias que están implementando algunos locales es guardar el producto en en sector de cajas, de manera que las usuarias no agarren de más por miedo quedarse sin tampones

Imagen Thinkstock

La solución

Hoy te proponemos animarte probar algo nuevo para que no tengas que privarte de meterte en el agua ni te sientas incómoda en un día de playa. Se trata de la copa menstrual, una alternativa ecológica a los productos de higiene íntima femenina.

¿De qué se trata? Es un dispositivo de silicona que se coloca en la vagina durante la menstruación para recolectar la sangre que se elimina durante el período. Reemplaza el uso de toallitas y tampones, y a diferencia de estos productos que absorben el sangrado, la copa menstrual lo recolecta.

Puede ser utilizada por hasta 12 horas continuas, pero esto siempre dependerá de la intensidad del sangrado. Se usa durante todo el ciclo y una vez terminado el mismo debemos esterizarla con agua hirviendo y guardarla hasta el mes siguiente. Cada copa tiene una vida útil de más de 5 años.

Al igual que los tampones, permite hacer actividad física o deportes acutáticos. Se puede utilizar para dormir y no genera ningún tipo de molestia si está bien colocada. 

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La copa menstrual fue creada en Estados Unidos en 1937 y llegó a la Argentina en 2013. Una alternativa nacional para este producto lo ofrece Maggacup a $450, un valor que se amortiza entre los 8 y 10 meses siguientes. En 5 años estarías ahorrando más de $4000 con la compra de una sola copa.

Ecológica, cómoda, práctica y económica. ¿Qué te parece esta alternativa?

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