Una de las grandes atracciones de los países árabes son sus bazares o zocos, generalmente concentrados en las zonas antiguas de las ciudades. Ante nosotros se presentan un sinfín de artículos como babuchas, vajillas, especias o prendas de ropa, todas ellos de precios "en teoría" similares pero que esconden un ritual tan antiguo como las mismas dunas del desierto: el arte de regatear con los comerciantes. Te presentamos algunos consejos para saber comprar en mercadillos árabes.
Consejos para regatear en los bazares árabes

Antes de comenzar con los consejos, te será de utilidad saber que 1 dírham árabe equivale a 0.089 euros o 0.12 dólares. Por calcular cantidades más usuales, 100 dírham equivaldría a 8.94 euros o 12 dólares.
Resistencia
130 dírham, te propondrá el comerciante por un pantalón holgado. Tú le dirás 100, luego 80 y posiblemente se detenga en esta cifra alegando que es el precio estándar de la prenda. Si el precio aún no te convence y pretendes comprarlo por una cantidad concreta insiste, alega que lo viste más barato en otro lugar o que en tu país de origen pueden encontrarlo importado por un precio similar.
Compara
Aunque los precios sean similares en cada una de las tiendas del bazar, nunca está de más dar un buen recorrido para analizar la diferencia de precios, los productos diferentes o los comerciantes más o menos afables. Al final de tu exótico tour estarás dispuesto a elegir qué quieres y por qué precio pretendes obtenerlo.

Márchate
Cuando un comerciante no está dispuesto a rebajar el precio, la mejor táctica es alegar que no te interesa y marcharte. Antes de salir por la puerta, el vendedor habrá rebajado el precio de un modo un tanto desesperado pero, piénsalo bien, nadie regatea si al final no puede cumplir su objetivo que es vender, sea al precio que sea.
Elegir quién regatea
Hay turistas a los que no les gusta regatear o al que, tras terminar la exhaustiva jornada, no le apetece seguir apostando el precio de sus compras. Si viajas acompañado, alternen la posición de persona que regatea, o bien centren sus esfuerzos en una sola persona, pues siempre habrá un acompañante más avispado para este tipo de ejercicios de presión.

El buen vendedor
Si sigues alguno de los puntos anteriores y finalmente consigues obtener el souvenir deseado, posiblemente el vendedor pueda ofrecerte precios económicos por otros productos. Si te inspira confianza y además cedió a tu oferta, posiblemente puedas llevarte consigo algunos llaveros, nuevas prendas y hasta recomendaciones para hacer turismo local. El vendedor apropiado puede convertirse en una pieza clave durante tu periplo en una nueva ciudad.
Regatear en un bazar árabe es un must a tu paso por países árabes como Marruecos o Túnez. Si bien no muchos turistas simpatizan con estas técnicas, la posibilidad de obtener productos por precios económicos se multiplica en estos laberintos de colores y aromas donde el cliente no estará dispuesto a pagar más ni el vendedor se permitirá perder un comprador.
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¿Has regateado en algún bazar árabe? ¿O prefieres otro tipo de mercadillos?







