Conce los encantos de Suiza: La Villa de Lausanne

Imagen Thinkstock

En el oeste de Suiza, dentro del Cantón de Vaud, a una altura de entre los 375 metros en el Puerto d’Ouchy, y los 873 metros sobre el nivel del mar de Chalet-à-Gobet, está la hermosa Villa de Lausanne. Este gran centro administrativo, importante polo comercial y turístico, se encuentra sobre la orilla norte del Lago Léman. En este encantador lugar se desarrollan numerosas manifestaciones culturales y deportivas.

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Tres colinas y cuatro ríos

Está construida sobre tres colinas, La Cité, Le Bourg y Saint-Laurent, que están unidas mediante puentes, el Grand-Pont (que cruza el Valle del Flon), el Pont Bessières (que une el barrio Caroline con la colina de La Cité) y el Pont Chauderon (que parte de la Place Chauderon al norte para reunirse con la avenida Louis-Ruchonnet al sur).

El centro de la villa se encuentra en los 495 metros, el Aeropuerto de Lausanne-Blécherette a 600 y el Bosque de Sauvabelin a 640, diversidad de altitudes que le confiere aún mayor encanto.

Cuatro ríos pasan por sus tierras:

El Flon, que nace en la región de Jorat, atraviesa el Bosque de Liaises y dobla hacia el sur en dirección a la ciudad;

El Louve, que viene desde Mont sur Lausanne, desciende justo en el centro de la villa, pasa por la calle y la Place de la Louve (donde varias fuentes emergentes marcan el recorrido que hacía antiguamente el río cuando corría sobre la superficie) y se reúne con el Flon en la Place Pépinet;

El Vuachère sirve de frontera natural con la vecina localidad de Pully hasta que desagua en el Lago Léman por el Muelle d’Ouchy;

Y por último el Riolet que pasa por Les Chavannes y dobla hacia el lago para reunirse con el Vuachère; todos están parcialmente canalizados.

Visitas que debemos realizar

Dentro de la bella Lausanne se destacan su Catedral de Notre-Dame (de estilo gótico, construida en el siglo XIII), la Abadía de Montheron (antiguo convento cisterciense), el Palacio de Rumine, el Museo de l’Elysée (consagrado a la fotografía), el Palais de Beaulieu ( Centro de Congresos y Exposiciones), el Château Saint-Maire, el Quartier d’Ouchy (antiguo pueblo de pescadores sobre la rivera del lago), las Ruinas Arqueológicas Romanas (al sur, en el barrio de Vidy), la Tour de Bel-Air, el Vivarium (con reptiles, anfibios y arácnidos vivos), el Museo Olímpico y el Estadio Olímpico de la Pontaise

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Cuenta con una importante universidad, con una Escuela Politécnica Federal y es sede del Comité Olímpico Internacional. Además tiene redes ferroviarias la unen con Ginebra, París y Milán.

Para trasladarse dentro de ella se cuenta con bicicletas de uso público, el metro y modernos trolebuses de dos cuerpos. Si deseamos contemplar el imponente Lago Léman y sus lejanas montañas azules en su total magnitud nada mejor que detenernos en la Explanada de Montbenon y dejar que las horas transcurran, con el paso del día el sol le dará al paisaje tonalidades diferentes, las sombras irán cambiando y jamás olvidaremos lo que nuestros sentidos han de experimentar.

Lausanne no es una ciudad más a la orilla del lago, es una ciudad única e irrepetible.

¿Les gustaría visitar Lausanne? ¿Cuál creen que es su mejor característica?