Ciudad de Varna, mucho más que playas

Varna es la ciudad balneario más grande de Bulgaria y el mayor destino turístico veraniego del país. Fue elegida por el novelista Bram Stoker como escenario para su célebre novela Drácula. Actualmente, el alto número de visitantes que recibe del mundo entero, convirtió a su aeropuerto en el tercero de Bulgaria. Los invito a conocer a la ciudad costera de Varna, situada sobre el Mar Negro.

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Una hermosa bahía

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Varna fue fundada por los milesios en el siglo VI a.C, con el nombre de Odessos. Actualmente ocupa una superficie de 238 kilómetros cuadrados entre la  Meseta de Franga al norte y la Meseta de Ayren al sur, formando una hermosa bahía con forma de herradura que descansa sobre el Mar Negro. De su terriotorio también forma parte el Lago Varna, con dos canales artificiales que lo unen a la bahía. En su entorno un bucólico paisaje campestre con huertos, viñedos y bosques nos transporta hacia un lugar de paz y tranquilidad inimaginables.

Entre playas, iglesias y museos

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La ciudad de Varna cuenta entre sus atracciones con el señorial Palacio de Euxinograd, que ocupa unas 80 hectáreas. Su construcción comenzó en el año 1882 y tomó a los monasterios vecinos San Demetrio y San Constantino como residencias menores.

El bello edificio cuenta con tres plantas, en la inferior están las salas de recepción, el comedor y la sala de música; en la segunda los dormitorios de la familia real y la última es para quienes trabajan allí. Sobresalen entre tantas maravillas que decoran su interior, los muebles finamente trabajados en madera de caoba y de nogal, la gran araña de luces que fuera un obsequio de la Casa de Borbón y el reloj de sol regalo de la Reina Victoria de Inglaterra. Cuenta también con dos subsuelos utilizados como bodega.

El inmenso parque que rodea al palacio alberga a más de 300 especies de plantas traídas de diferentes partes del mundo. Su diseño es una combinación de los estilos del palacio de Tudor y el de Versalles.

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El parque es atravesado por el Río Késtrichka Bara, sobre el que se levantan dos puentes, uno metálico y otro de cemento. Además tiene un lago cubierto de lirios acuáticos, varias estatuas de bronce y una escultura en honor a Neptuno.

Un viaje a Varna también amerita una visita a la Catedral de la Dormición, el Museo Arqueológico y el Museo Etnográfico. Esta ciudad balnearia que tiene algo más que playas y una inmensa cultura de siglos, ha sido bien preservada para que podamos hoy conocerla.

¿Visitarías  Varna? ¿Qué te parece esta magnífica ciudad?