Castillos del Loira: Chenonceau

Se dice que Chenonceau es el segundo palacio más visitado en Francia después de Versalles, y no es difícil el comprender el porqué. Atravesando el río Cher, sobre el cual se refleja su espléndida arquitectura renacentista con reminiscencias góticas, el castillo de Chenonceau integra un paisaje único, rodeado de hermosos jardines y albergando una colección de arte sin igual, donde, entre tapices del siglo XIX y mobiliario antiguo, pueden encontrarse Rubens, Tintoretto como alguno de sus mayores exponentes.

Chenonceau

Pero los tesoros artísticos solo son una parte de este castillo, pues buena parte del encanto que reside en este castillo del Loira se debe a las historias y leyendas que pueblan sus muros, abarcando desde intrigas políticas y tertulias de intelectuales hasta romances de amantes, pasando por manos de varias figuras de Francia hasta que Enrique II lo adquiriera para su amante Diana de Poitiers.

Es a partir de aquí que Chenonceau tomaría su estructura característica: la famosa mezcla entre palacio y puente tendido sobre el Cher, comenzando a trazarse los vastos jardines, que serian más engalanados aun cuando Catalina de Médicis asumiera el poder tras la muerte de Enrique II.

Historia de Chenonceau

Pero la historia continúa y los años solo logran sumar más hermosura y fausto a este palacio, incrementado además por las selectas figuras que hicieron de Chenonceau su guarida literaria. Rousseau, Montesquieu, Chopin, Nietzsche y Flaubert son solo alguno de ellos.

Hasta que en 1733 el recinto pasaría a manos de la familia Dupin, la cual enaltecería nuevamente el castillo y le adjuntaría la fama de Amantine Dupin, considerada la primera escritora en ser reconocida mundialmente.

Pero aunque su historia sea deslumbrante, no alcanza para describir lo encantador que resulta observar esta obra arquitectónica que, a diferencia del estilo imperante en su momento, no se trata de una estructura que intente destacar sobre la naturaleza, sino que al contrario, se integra en el paisaje de una forma armoniosa y cautivante.

Tours: visita obligada

El castillo de Chenonceau pertenece actualmente a la familia Menier, y Tours es la principal base de operaciones para visitar este castillo (a solo 30 minutos), así como los restantes castillos del Loira.

Sin duda se trata de un sitio digno de visitar, y hay que dedicarle algo más que el simple tour efectuado por los grupos de turistas. Intenta descubrirlo en todo su esplendor y en cada uno de sus rincones, por lo menos hasta donde te permitan, y verás como el encanto del castillo de Chenonceau va más allá de la famosa estampa postal.