Estudios han demostrado que las tasas de incidencia del cáncer de mama están aumentando en aquellos países con bajos ingresos. A este respecto, de las 1,7 millones de mujeres que se estima serán diagnosticadas con cáncer de mama para 2020, su mayoría serán de países en desarrollo.
Cáncer de mama: una alarmante epidemia para los países en desarrollo

Y el principal problema es que estos países tienen menos posibilidades de supervivencia. Incluso la mayoría de las muertes por cáncer de mama, un 69 %, se producen en el mundo en desarrollo.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 508 000 mujeres de todo el mundo mueren cada año a causa del cáncer de mama. Pero el dinero disponible para su prevención y tratamiento en los países en desarrollo es solo una fracción de lo que se gasta para otras enfermedades como la malaria, la tuberculosis y el VIH.
Falta de acceso al diagnóstico y tratamiento adecuado

Una de las razones por las que el cáncer de mama ocasiona la muerte de tantas mujeres es que la mayoría de las mujeres en entornos de bajos ingresos no reciben un diagnóstico hasta que la enfermedad ya ha entrado en etapas avanzadas y es muy tarde para realizar un tratamiento. Esta es una diferencia respecto a los países con ingresos altos, en los que si bien la misma proporción de pacientes con cáncer de mama busca ayuda médica, lo hacen en etapas tempranas, en las que la cura es más probable.
El principal problema de las mujeres que viven en países en desarrollo es encontrar la atención adecuada, ya que muchas mujeres han identificado que tienen un problema y han visitado un centro médico, pero no han encontrado a un especialista que las aconseje con el tratamiento más adecuado. Incluso en Etiopía se llegó al punto de que las mujeres iban a más de 7 centros médicos diferentes para poder acceder al tratamiento adecuado.
Por otro lado, en muchos lugares, los enfermos de cáncer acuden primero a curanderos y luego buscan atención médica y, a causa de ello, el diagnóstico y el tratamiento suelen llegar demasiado tarde. Tengamos en cuenta que en Nigeria todavía se cree que el cáncer es una enfermedad misteriosa que tiene una razón diabólica o brujería.
A su vez, los éxitos en otros ámbitos de la salud pública podrían contribuir a explicar esta epidemia. Los avances obtenidos contra las enfermedades infecciosas y el aumento de la supervivencia de los niños después de los 5 años han generado que las personas de países no desarrollados vivan el tiempo suficiente para sufrir las enfermedades no transmisibles asociadas con la edad.
En los países con bajos y medianos ingresos, la creciente incidencia de cáncer de pulmón, mama y colorrectal es en gran parte el resultado de cambios demográficos y de estilo de vida, incluyendo una mayor esperanza de vida y una urbanización acelerada.
Derrumbando los mitos de la enfermedad
La organización Breast Without Spot es una iniciativa nigeriana que busca enviar el mensaje de que los pechos normales no tienen bultos, anomalías o lesiones, así como derrumbar los mitos sobre el cáncer que impiden que las mujeres busquen la ayuda médica adecuada.
Esta organización visita las escuelas con el objetivo de mostrarles a las niñas cómo deben realizarse los autoexámenes de mama para detectar signos de cáncer. También organiza exámenes anuales y cuenta con un sistema de navegación para el seguimiento de los pacientes con diagnostico positivo.
Breast Without Spot también trabaja reclutando y capacitando a los defensores locales para crear conciencia en sus propias comunidades.
Las grandes iniciativas y la falta de financiación

La educación y las pruebas de detección son claves para reducir el número de muertes por cáncer de mama en los países en desarrollo. Pero lamentablemente eso no es todo, ya que se necesita más financiación.
Los tratamientos como las mamografías logran reducir la mortalidad por cáncer de mama en un 20 %. Sin embargo, los tratamientos adecuados, los estudios clínicos y los médicos capacitados requieren de dinero.
Actualmente hay un déficit de financiación de alrededor de 26 000 millones de dólares en los países en desarrollo y, a medida de que el cáncer siga aumentando en las poblaciones vulnerables de países mal preparados y con bajos ingresos, la falta de dinero será mayor.
En 2013, se estableció como objetivo el reducir la mortalidad prematura de las enfermedades no transmisibles en un 25 % para el año 2025.
Con el propósito de alcanzar este objetivo y mejorar los tratamientos, muchas organizaciones se han dispuesto ayudar en la lucha contra el cáncer de mamá en comunidades que han sido descuidadas:
- En Perú, desde 2011, la organización PAT ha colabordo en un programa comunitario de salud mamaria para mujeres de bajos ingresos, con campañas de concientización, exámenes y referencias.
- En Arabia Saudita, en 2012, la organización GE Healthcare, se unió al gobierno para implementar el primer programa de detección de cáncer de mama, que ya ha logrado examinar a más de 30 000 mujeres, con más de 170 resultados de diagnóstico positivos.
- En Etiopía, un programa financiado por AstraZeneca en Addis Abeba, convirtió en 2005 al hospital Tikur Anbessa en el primer centro de tratamiento de cáncer de mama del país.
Por fortuna, estos programas han logrado el diagnóstico y tratamiento para muchas mujeres con la enfermedad. Sin embargo, el cáncer de mama sigue teniendo bajos niveles de atención y financiación, por lo que es necesario más iniciativa y más ayuda global para que esta enfermedad no siga perjudicando a los países más vulnerables del mundo.
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