Burdeos es una hermosa ciudad del sudoeste de Francia, está ubicada dentro de la región de Aquitania, en el Departamento de Gironda, a orillas del Río Garona, cerca de donde éste desemboca en el Océano Atlántico. Ocupa alrededor de cincuenta kilómetros cuadrados y la separan de París quinientos kilómetros.
Burdeos: vinos e historia de Francia


El último de los puentes que cruzan el río es el llamado Puente de Aquitania, más allá el estuario sólo puede ser atravesado mediante la línea de ferrys.
Alianzas reales en la historia
Su fundación data del siglo III a.C., cuando fue bautizada como Burdigala por la tribu de los galos que se asentó allí, pero hay vestigios de que la zona ya estaba habitada desde hacía más de 20.000 años por hombres de la cultura neandertal, de quienes se encontraron restos en la Cueva de Pair-non-Pair.
Hacia el año 60 a.C. la ciudad sucumbió al poder de Roma, que extraía los minerales de la región (plomo y estaño) para llevarlos al resto del imperio. Como ciudad autónoma luego debió defenderse de los vándalos, de los moros y también de los vikingos.
En la Edad Media tuvo un importante florecimiento gracias al casamiento de Leonor de Aquitania con el rey de Inglaterra, Enrique II, lo que dio origen a la exportación de vinos hacia aquel país; en ese entonces se construyó la Catedral de San Andrés. Más tarde Carlos VII la conquista para Francia y levanta en sus nuevos dominios el Fort du Hâ y el Château Trompette.
Pero del siglo XVIII son los mejores edificios de Burdeos, alrededor de cinco mil, que hablan de la que fuera la edad de oro de la ciudad. Durante ambas guerras mundiales el gobierno francés se trasladó a ella, porque París estaba amenazada. A partir de la segunda mitad del siglo XX comienza la expansión de su población hacia la periferia.
El clasicismo francés y las viñas
Sus principales lugares turísticos son el Puerto de la Luna, conjunto urbano y portuario que sobresale como maravilla arquitectónica del clasicismo y del neoclasicismo. Fue creado durante el período en el que La Ilustración gobernaba el país y sus principios básicos se ven reflejados allí, esa filosofía de vida promulgaba el humanismo, la universalidad y la cultura. El Gran Teatro de Burdeos, erigido entre 1773 y 1780, tal vez el más importante de Francia.
El Monumento a los Girondinos, situado en la Explanada de Quinconces, compuesto por una columna central (que tiene el lo alto una alegoría de la libertad) y dos fuentes de bronce que representan a la Concordia y a la República. La Place Royal con su llamativa forma de herradura y su bella Fuente de las Tres Gracias.
La Plaza del Parlamento con su fuente neorenacentista y los animados cafés que le suman encanto y, por supuesto, Saint-Michel, con su alto y delgado campanario de 114 metros y su melódico carrillón de 22 campanas.
Burdeos es una de las más prestigiosas productoras de vino del mundo entero, sus casi 120.000 hectáreas de viñedos producen millones de euros de ganancia, de la mano de la célebre Academia del Vino de Burdeos, fundada a mediados del siglo XX.
Cinco de sus vinos se han transformado en los más requeridos y caros del planeta, son ellos el Château Lafite Rothschild, el Château Latour, el Château Margaux, el Château Haut-Brion y el Château Mouton Rothschild.
Una espléndida ciudad rodeada de maravillosos paisajes, un lugar donde la cultura y la belleza se dan la mano, donde uno se siente bienvenido y con ganas de regresar apenas se ha marchado.
¿Han visitado Burdeos alguna vez? ¿Qué les parece esta fantástica ciudad?







