Aves que ayudan a los humanos a hallar colmenas: existen y no son tan bondadosas como imaginas

Las personas saben que es posible asociarse con los animales para realizar una serie de labores y en África existen aves que ayudan a los humanos a buscar colmenas para así poder extraer miel.

Estas aves, conocidas como honeyguide por su particular función, tienen también otra particularidad: comunicarse con las personas. Y tanto ellas como los humanos se benefician de su agudeza para hallar colmenas.

Hoy queremos contarte  cómo funciona la sociedad entre los recolectores de miel africanos y las aves honeyguide, cuyo verdadero nombre sería Indicatoridae, en donde las únicas perjudicadas son las abejas.

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La particular sociedad en las aves buscadores de colmenas y los humanos

La miel es un producto muy preciado siendo utilizada por varias culturas en todo el mundo, pero esta dulce sustancia no es lo único valioso que producen las abejas. En África existe una forma muy particular de encontrar las colmenas.

Conozcan a las honeyguide o Indicatoridae como es su nombre científico, aves especialistas en buscar colmenas entre los árboles de las zonas boscosas de Mozambique y que además tienen una relación simbiótica con los humanos.

Equipos de investigación científica que observaron la interacción entre estas aves y los recolectores de miel se maravillaron al notar que existía una comunicación entre ambos; los humanos las llaman con un sonido bastante particular que ellas reconocen y, cuando las honeyguide encuentran una colmena van guiando a su socio para que se acerque a ella.

Sabemos que los recolectores de miel se benefician pudiendo extraer este dulce y nutritivo elemento, pero las aves Indicatoridae también ganan al sacar la cera de abeja de la cual se alimentan.

¿Cómo funciona la extracción de miel y cera?

Recolectores de miel llegan hasta las colmenas escondidas entre los árboles gracias a la experta guía de las honyguide y es el momento para que ellos hagan su trabajo el cual no es nada amable con las abejas.

Los cazadores de miel espantan a las abejas de la colmena utilizando humo por lo que no es extrañar que muchas mueran asfixiadas, además hay ocasiones en las que cortan parte del árbol por lo que la colmena queda arruinada.

En esta relación las únicas que pierden son las abejas, ya que los recolectores logran encontrar esas valiosas colmenas para hacerse con miel y las aves ven facilitada su tarea para extraer la cera, ya que los humanos se ocuparon de espantar a las abejas que no podrán picarlas para defenderse. 

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