¿Avanzamos lo suficiente para combatir el porno vengativo?

Vivimos en una sociedad que se sale del camino para justificar abusos sexuales. Nadie quiere pensar que forma parte de una sociedad así, pero es una realidad que mientras más pronto asumamos más pronto nos pondrá en camino a mejorar.

Es más fácil conseguir evidencias de que esto es así, que de lo contrario. Son casos en los que los sospechosos son tratados como víctimas y las víctimas como sospechosos. Se justifica casi todo lo que el criminal hace mientras se criminalizan las acciones de la persona perjudicada.

El llamado revenge porn puede parecer una tontería para algunos, pero es otra forma de abuso. Lo peor es que la sociedad insiste en destruir la vida de la mujer involucrada mientras el hombre sale casi como héroe.

Apenas ahora es que comienzan a formarse leyes que protejan a las víctimas de este acto francamente repudiable, y (sobret odo) que castiguen a los que lo realizan. Por ejemplo, en Reino Unido, donde la ley pasó el paso Abril de 2015, se han procesado más de 200 casos de porno vengativa en 18 meses.

Y esos son los que se denuncian. Porque sin duda pasará como con los casos de violencia de género, que por miedo, suelen ser más los que pasan en silencio.

Tal vez piensen que es exagerado relacionarlo con abusos sexuales, pero el porno vengativo es una forma de abuso sexual. Se está explotando la sexualidad de alguien, además de que se está violando su privacidad. Porque en estos casos la víctima es expuesta sin su consentimiento.

Esto además se extiende a los hackers que publican este tipo de material de las famosas en la era digital, donde virtualmente todos somos partícipes. Lo peor es que la respuesta reflejo de algunos es culpar a la persona por tener ese tipo de material en sus dispositivos, o por hacerlos en general (tomarse fotografías, o grabarse).

Vamos a comenzar por lo básico: Esa es la respuesta correcta. El problema definitivamente no es que la gente se tome fotografías sin ropa o se grabe teniendo sexo. El problema es que alguien robe ese material y lo exponga sin permiso. Punto, no hay nada más que discutir. Aquí hay un solo culpable y es quien comete el abuso de robar y publicar. Los cómplices son quienes consumen el material.

Estamos en 2016, en el siglo 21, y apenas Japón, Reino Unido, Israel y algunas zonas de Estados Unidos penalizan el porno vengativo. Pero en el resto del mundo las cosas siguen mal. Las víctimas son abusadas, ridiculizadas y obligadas a costear sus luchas judiciales.

Como el caso de Tiziana en Italia, quien terminó quitándose la vida luego de un doloroso proceso. Tiziana quien se grabó teniendo sexo, le envió el video a su ex, quien lo publicó online. Pronto el clip se volvió viral y la mujer de 31 años terminó siendo el objeto de burlas y memes.

Estamos hablando de que sacaron camisetas y forros de celulares. Tiziana ganó en la corte, pero debió pagar una fortuna en gastos jurídicos y de todas formas el caso la seguía a todas partes. Ni siquiera cuando se mudó a Toscana (desde Nápoles) e intentó cambiar su nombre, pudo escapar del acoso.

• Recordemos lo que podemos hacer: ¿Cómo ayudar a alguien que fue víctima de porno vengativo?

Como el caso de Tiziana hay tantos, y los muchos más que no se hacen públicos. Tenemos a Julia Rebecca, una adolescente brasilera. O la canadiense de 15 años, Amanda Todd. Y no son todos casos de mujeres, tampoco. Si no miren el caso de Tyler Clemente, de 18 años, quien sufrió el mismo infierno cuando su compañero de habitación publicó imágenes de él sin su permiso.

Tal vez es momento de mejorar un poco, como sociedad, como seres humanos. Ya basta de hacer de la víctima el objeto de burlas. Es hora de darle la espalda al victimario. Que es el único que merece ser puesto en ridículo. Y también a una sociedad que insiste en perpetuar la violencia contra la mujer, en todas sus formas.

John Oliver tocó el tema en un impactante segmento de su fabuloso programa Last Week Tonight.