¡Atención, futuras madres! Es posible conocer el sexo del bebé antes del embarazo, según un estudio científico

El embarazo es una etapa muy especial para muchas mujeres. Y quizás uno de los momentos más emotivos en la vida es saber si se trata de una niña o de un niño. 

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Muchos mitos explican que el sexo del bebé depende de la posición de la Luna al momento de concebir, de los alimentos ingeridos previamente, entre otras teorías muy interesantes. Sin embargo, en este caso es la ciencia quien hace su aporte: un estudio realizado en Canadá  sugiere que es posible determinar el sexo del bebé antes de que sea concebido, midiendo la presión sanguínea de la futura madre.  

La presión sanguínea condiciona el sexo del bebé 

Imagen iStock

La presión arterial es uno de los signos vitales que se mide en el ser humano. Se trata de la presión ejercida por la sangre que circula en los vasos sanguíneos y determina si una persona está viva. 

Pero ahora, según este estudio también permite determinar el sexo del bebé varias semanas antes de su concepción. El resultado fue obtenido al estudiar el índice de niños y niñas en una población, en medio de los análisis los científicos se percataron que la presión alta o baja de una mujer podría determinar el sexo del bebé

La presión alta parecería favorecer la concepción de un niño, mientras que la presión baja, la de una niña. 

La proporción niños-niñas 

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Los científicos ya habían observado que hay factores que condicionan la concepción de niños o niñas, tales como el estrés, durante etapas de guerra, de depresión económica o desastres naturales. Por ejemplo, a lo largo de la historia se reportaron proporciones muy particulares de niños y niñas en distintas regiones durante las situaciones mencionadas. 

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Este estudio fue encabezado por el Dr.  Ravi Retnakaran del Hospital Mount Sinai en Toronto, y durante el mismo se monitorearon a 1411 mujeres que buscaban embarazarse. Junto a la presión sanguínea se ajustaron los factores de la edad, la educación, el consumo de nicotina, el colesterol, los triglicéridos y la glucosa. Luego, se determinó el número de niños y niñas que nacieron, y se relacionó con las medidas de presión sanguínea. 

Este descubrimiento demuestra que la presión sanguínea es un factor no reconocido que tiene una gran influencia sobre el sexo del bebé. Esto no solo implica un mayor conocimiento sobre los mecanismos fundamentales de la concepción pero también permite un mayor control sobre la reproducción. No obstante, el estudio no comentó al respecto de utilizar esta información para manipular el sexo del bebé en un embarazo porque despierta grandes controversias morales. 

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