No siempre somos conscientes pero a medida que las urbanizaciones crecen y las redes de transporte se expanden, los ruidos también.
Así es como el ruido que hacen los humanos afecta la vida y la naturaleza misma

El problema es que los ruidos causados por el ser humano tienen preocupantes consecuencias para la vida silvestre y los ecosistemas.
Los ruidos no solo contaminan sino que reducen la capacidad de escuchar los sonidos naturales, lo que puede influenciar en la vida y la muerte de muchos animales y reducir el efecto calmante que sentimos los humanos al visitar lugares silvestres.
La contaminación acústica y su efecto en el planeta

Un estudio reciente publicado en Science y realizado por la Universidad de Colorado en Estados Unidos, busca concientizar acerca de la importancia de las áreas protegidas, los parques y refugios de vida silvestre, ya que además de ser un lugar para conectarnos con la naturaleza, son clave para la conservación de los recursos naturales.
Para ello, el equipo de investigadores utilizó millones de horas de grabaciones acústicas y equipos adecuados para medir el ruido causado por los seres humanos en áreas protegidas de Estados Unidos.
La investigación reveló que la contaminación acústica duplicaba la energía sonora en muchas de las áreas protegidas y que además el ruido estaba invadiendo hasta las zonas más remotas.
El objetivo de los científicos es poder ayudar a los administradores de áreas protegidas para que las personas puedan disfrutar de los sonidos naturales y se pueda proteger a las especies sensibles.
Los sonidos de aviones, carreteras y fuentes industriales afectan a los ambientes naturales e incluso interfieren con nuestra vida diaria afectando nuestra calidad de vida.
En el caso de los animales, el ruido puede asustar a los animales generando un mayor número de presas.
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Graves consecuencias para las especies en extinción

La investigación reunió las grabaciones acústicas tomadas de 492 sitios alrededor de los Estados Unidos. Y se utilizaron algoritmos para determinar la relación entre las mediciones de sonido y las características geoespaciales que pueden afectar los niveles de sonido promedio.
Los investigadores revelaron que la contaminación sonora en áreas protegidas depende de cómo se maneje el área, dónde se ubica el sitio y que actividades hay cerca.
Las áreas protegidas manejadas por el gobierno local tenían la mayor cantidad de contaminación acústica, sobretodo por estar cerca de carreteras, aeropuertos o por actividades de producción de petróleo, tala, gas o minería.
Las áreas silvestres conservadas en estado natural y sin carreteras, tienen las áreas protegidas más silenciosas, con sonidos casi naturales.
Muchas especies en peligro de extinción, experimentan altos niveles de contaminación acústica en su hábitat como por ejemplo la mariposa azul de Palos Verdes, o un arbusto conocido como manzanita franciscana que se encuentra solamente en la bahía de San Francisco. El ruido tiene además la capacidad de cambiar la distribución de las aves.
La contaminación acústica está muy presente en las áreas protegidas pero es posible reducirlas. Con este estudio reciente, los expertos esperan ayudar a mitigar el ruido en aquellos hábitats que cuentan con especies en peligro de extinción y buscando restaurar los entornos acústicos naturales para que todavía podamos disfrutar los sonidos de la naturaleza. ¿Conocías el gran impacto de la contaminación acústica?
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