Arica, entre el océano y lo desértico
El puerto y ciudad de Arica se encuentra al norte del extenso país que es Chile, en América del Sur, sobre la costa del interminable Océano Pacífico. Para llegar hasta esta ciudad deberemos tomar un vuelo que probablemente hará escala en la capital Santiago o Buenos Aires, Argentina.
Una vez en la ciudad, conseguir un hospedaje no será difícil pues la oferta de albergues y hoteles crece día a día para satisfacer la creciente demanda de los más de 10 mil turistas que año a año llegan a esta ciudad que tan solo cuenta con unos 180 mil habitantes. Una vez instalados ya podremos internarnos en el pasado y presente de esta ciudad.
Arica tiene una riquísima historia que va desde alrededor de 8 mil años antes del nacimiento de cristo hasta hoy y que ha sufrido fuertes cambios de una época a otra. Pero si queremos realizar una visita cronológica a la ciudad la primer parada será sin dudas el Museo Arqueológico San Miguel de Azepa dónde se hallan las momias más antiguas del mundo pertenecientes a la cultura Chinchorro.
Bañados de historia, nuestro viaje por la ciudad y el tiempo dará un gran salto hasta la llegada de los pobladores españoles y las pocas construcciones que datan de aquella época. Desde 1604 a 1877 la ciudad sufrió varios terremotos y tsunamis que le provocaron la caída de gran parte de sus antiguos edificios.
Pero esto no es del todo contraproducente para el turismo de Arica que por ejemplo remplazó su antigua catedral destruida por un terremoto por una nueva iglesia metálica construida en Europa nada menos que por el ingeniero Gustavo Eiffel (el mismo de la torre) Además, hoy por hoy es un paseo obligado ir hasta el antiguo barco de vapor (o más bien sus restos) que un tsunami dejó 3 kilómetro tierra adentro, en una zona desértica.
Más que nada, los interesantes paseos conectados profundamente con la historia de esta ciudad que fue una vez peruana pero que Chile ocupó durante una guerra es sin dudas lo mejor que podemos hacer al visitarla. El resto, la noche, las compras y todo lo demás solo se tornan interesante cuando tratamos con los locales, generalmente muy amistosos y siempre dispuestos a ayudarnos.
Más información encuéntrala en arica