Argelès-sur-Mer, la costa sur de Francia

Argelès-sur-Mer es una hermosa ciudad balnearia sobre la costa sur de Francia, ubicada en la región de Languedoc-Rosellón, dentro del Departamento de los Pirineos Orientales, que ocupa una superficie de casi sesenta kilómetros cuadrados.

Como está lindando con Cataluña, en el vecino reino de España, también ostenta el nombre catalán de Argelers de la Marenda.

La ciudad fundada por Hércules

Según cuenta la leyenda Argelès fue fundada nada más ni nada menos que por Hércules, el gran héroe de la mitología griega, hijo del dios Zeus y de una simple mortal, Alcmena. Reales o no las leyendas lo cierto es que hay dólmenes (en la Cova de l’Alarb y en el Collet de Collioure) que demuestran la presencia humana en el lugar al menos desde el año 2.500 a.C.

Durante la Edad Media, y debido a su posición estratégica, comienza a adquirir importancia como ciudad. Su historia ha sido signada por un casi constante cambio de bandera, perteneció hasta fines del siglo XII a los Condes de Rosellón, luego pasó al Condado de Barcelona; más tarde, estando bajo la Corona de Aragón estalla un conflicto con Mallorca que triunfará y la gobernará por casi setenta años hasta que es sitiada y recuperada para la corona española; finalmente, en el siglo XVII, mediante el Tratado de los Pirineos, pasa a la corona francesa.

Playas ecológicas

Su principal atractivo son sus playas con aguas transparentes sobre el Mar Mediterráneo pero hay muchas otras cosas para ver y disfrutar en ella, por ejemplo visitar algunas de sus iglesias: Notre Dame dels Prats, que data del siglo XIV; Sainte-Marie de Torreneules aún más antigua, del siglo IX o la Abadía Cisterciense de Vallbona, que fue erigida durante el siglo XIII. También posee castillos y fortalezas, como la Torre de la Massane, el Castillo de Poujol, el Castillo de Ultrère y el Castillo de Valmy. Hay un Museo de Tradiciones y Artes Populares y, además, dos importantes reservas naturales, una en la Sierra de la Albera y otra en la costa, la de Mas Larrieu.

Desde allí comienza el conocido sendero litoral, siete kilómetros aproximadamente de suaves arenas entre la reserva y el Racou y dos de costa rocosa, desde el Racou (Rincón, en idioma catalán) hasta la Cala de l’Ouille, pasando por la Caleta de Portells, con el Macizo de la Albera como digno marco; con un hermoso bosque de pinos y un paseo arbolado de tres kilómetros frente al mar.

Más allá de Argèles la senda continúa por la vecina localidad de Coillure y Port-Vendres. Cerca de veinte clubes de playa nos aseguran un sinnúmero de actividades deportivas y acuáticas. Todo llevado adelante con una conciencia ecológica envidiable, depuración 100% biológica del agua, limpieza diaria de la arena y selección de la basura doméstica para reciclado.

Argelès-Sur-Mer no sólo es bella, es también un gran ejemplo, de ella nos llevaremos un recuerdo imborrable.

¿Qué les parece este lugar de Francia? ¿Recorrerían  Argelès-sur-Mer?