Saladino fue uno de los guerreros y gobernantes más importantes del mundo islámico y estas son algunas cosas poco conocidas sobre su vida.
Algunas cosas muy poco conocidas sobre Saladino, el histórico sultán islámico

Tuvo unos peligrosos enemigos «ninjas»

Saladino logró sobrevivir a dos intentos de asesinato de un grupo dirigido por un misterioso « Viejo de la Montaña» que operaba en los montes an-Nusayriyah.
Estos adversarios de Saladino no tenían ejército y empleaban técnicas parecidas a las de los ninjas. Se valían del sabotaje, el espionaje y otras prácticas poco usuales en los guerreros de la época. En 1176, Saladino devastó los pueblos montañeses y los logró incorporar como aliados.
El trago de Guido de Lusignan

El 4 de julio de 1187, Saladino venció en la batalla de los Cuernos de Hattin a las fuerzas de los Templarios y Hospitalarios dirigidas por Guido de Lusignan y Reinaldo de Chatillon. Lusignan, rey de Jerusalén, y Chatillon fueron hechos prisioneros y llevados a la tienda del sultán.
Saladino ofreció una copa a Lusignan, lo que significaba que le perdonaba la vida. Lusignan le pasó el trago a Chatillon y el sultán se lo arrebató, diciendo que en el perdón no estaba incluido el caballero francés. En su propia tienda, Saladino decapitó personalmente a Reinaldo de Chatillon.
La sorpresa del Tesoro de Saladino

Saladino murió en 1193, a los 56 años, en Damasco, siendo enterrado en un mausoleo en las afueras de la Mezquita Omeya de la ciudad. El sultán era conocido por la generosidad con la que prodigaba sus riquezas entre sus súbditos.
Tras la muerte de Saladino, cuando abrieron los cofres de su tesoro personal, solo encontraron una monedita de oro y 40 piezas de plata. Era bastante para un hombre común de la época, pero muy decepcionante para un personaje que había dominado Egipto, Siria, Mesopotamia, Palestina, la península arábiga y otros territorios.
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Era célebre por su caballerosidad

Saladino era implacable con sus grandes enemigos, como Reinaldo de Chatillon, pero era caballeroso y le gustaba hacer cosas para ganarse la simpatía de la gente, algo totalmente inusual en los guerreros de su tiempo. No se sabe a ciencia cierta si esta actitud era natural o si simplemente la empleaba como una táctica más. Son las mismas dudas que surgen cuando vemos a Vladimir Putin abrazando perros y gatos.
Entre las cortesías de Saladino se cuenta que su adversario Ricardo Corazón de León cayó enfermo y el sultán le envió un cesto con frutas. En todo caso, Saladino evitaba causar más males que los estrictamente necesarios. Buena parte de Jerusalén se conservó para la posteridad porque Saladino impidió que sus hombres la saquearan y destruyeran.
¿Conocías estas cosas sobre Saladino? ¿Qué te han parecido?
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