Abuso extremo: los derechos humanos en Arabia Saudita no son respetados

Arabia Saudita ha alcanzado un récord de abuso de los derechos humanos de sus habitantes que ha ocasionado la preocupación de las Naciones Unidas. A pesar de ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el país ha utilizado extensivamente la pena de muerte y ha realizado decenas de ejecuciones públicas.

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En un solo día el país se encargó de ejecutar a 47 personas. Esto sumado al hecho de que las mujeres de ese país sufren una aguda discriminación que, en la mayoría de los casos, es pasada por alto y a que la minoría chiita (una rama del Islam) tiene acceso limitado al empleo y a los servicios gubernamentales. ¿Qué hay de los inmigrantes? El año pasado, las autoridades expulsaron a  370.000.

Arrestos dudosos, decapitación y crucifixión

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  • Las mujeres que apoyaron la campaña Women2Drive, lanzada en 2011 para desafiar la prohibición de conducir, enfrentaron hostigamiento e intimidación por parte de las autoridades. Y el gobierno advirtió que las mujeres conductoras serían arrestadas.
  • En 2014, tres abogados fueron sentenciados hasta 8 años de prisión por usar Twitter para criticar al Ministro de Justicia.
  • Miembros de la minoría chiíta que viven en la provincia oriental enfrentan discriminación y un acceso limitado a los servicios gubernamentales y al empleo. Los activistas por sus derechos han recibido sentencias de muerte o largas penas de prisión.
  • Desde 2011, todas las reuniones públicas están prohibidas por orden del Ministerio del Interior. Aquellos que desafían la prohibición enfrentan arrestos y encarcelamiento.
  • En 2014 se deportaron más de 370.000 inmigrantes extranjeros y se detuvieron a 18.000. Muchos inmigrantes informaron que antes de la deportación fueron retenidos en centros de detención con hacinamiento, poca comida y agua, y maltrato por parte de los guardias.
  • Las autoridades saudíes niegan el acceso a organizaciones independientes de derechos humanos como Amnistía Internacional y es sabido que adoptan medidas punitivas contra activistas y familiares de las víctimas que se ponen en contacto con Amnistía Internacional.
  • El joven Raif Badawi fue sentenciado a 1000 latigazos y 10 años de prisión por usar su blog para criticar a los clérigos de Arabia Saudita. Ya ha recibido 50 latigazos, que según informes lo han dejado en mal estado de salud.
  • A los 17 años, Dawood al-Marhoon fue arrestado por se parte de una protesta contra el gobierno. Como se negó a espiar a sus compañeros, fue torturado y obligado a firmar un documento en blanco al que después agregaron su presunta confesión. En su juicio, la fiscalía pidió la muerte por crucifixión y se le negó un abogado.
  • En 2012, Ali Mohammed al-Nimr fue arrestado en 2012 con 16 o 17 años, por participar en protestas durante la primavera árabe. Su sentencia incluyó la decapitación y crucifixión.
  • Desde 2015 Arabia Saudita ha participado de operaciones militares con los Houthis (movimiento político y religioso) y las fuerzas aliadas en Yemen. A causa de los ataques aéreos, han muerto más de 4.125 civiles y han quedado más de 7.207 heridos. 
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Mira también: « Derechos femeninos: caricaturistas árabes cuestionan la realidad de las mujeres en sus países»

Ataques a civiles y activistas

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Human Rights Watch documentó cómo la coalición dirigida por Arabia Saudita atacó repetidamente las fábricas civiles, almacenes y otros sitios protegidos, violando las leyes de la guerra.

La organización documentó además que Arabia Saudita continúa reprimiendo activistas prorreforma y disidentes pacíficos. En 2016, más de una doce de activistas fueron condenados a largas sentencias en prisión.

La delicada situación de las mujeres y las minorías

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El sistema de tutela masculina de Arabia Saudita es la principal violación a los derechos humanos de las mujeres. Y a pesar de los compromisos del gobierno de abolirlo, el sistema permanece intacto.

Las mujeres adultas deben obtener el permiso de un guardián (su marido, padre, hermano o hijo) para viajar, casarse o salir de prisión. Esto sumado a que no pueden realizar transacciones como alquileres y que tienen prohibido conducir.

Por otro lado, a pesar de que los trabajadores inmigrantes constituyen más del mitad de la mano de obra (9 millones), ellos son víctimas de abusos, explotación y condiciones de trabajo forzoso.