9 cosas muy interesantes que necesitas saber sobre la dislexia

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Aunque muchos piensan que la dislexia es una enfermedad, en realidad se trata de una dificultad que algunas personas tienen para aprender y procesar símbolos lingüísticos o numéricos, lo cual afecta la actividad de la lectura. Para aclarar algunas lagunas que existen en torno a este tema, me gustaría mostrarte 9 cosas muy interesantes que necesitas saber sobre la dislexia.

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9. La dislexia no es un daño neurológico

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Al contrario de lo que pueda suponerse, la dislexia no es resultado de un daño neurológico, sino una consecuencia del desarrollo del cerebro que afecta su módulo fonético, esto es, la parte funcional donde los sonidos se unen para formar palabras y estas se descomponen en sonidos.

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8. Inteligencia y creatividad en personas con dislexia

La inteligencia y la creatividad no son áreas comprometidas por la presencia de dislexia en las personas. Estas más bien suelen tener muy buen sentido espacial, el hemisferio derecho muy desarrollado y excelentes habilidades mentales. Su capacidad para conceptualizar un evento en su conjunto es elevada. Los niños disléxicos son creativos, intuitivos y especialmente curiosos.

Ver también: ¿Cómo se mide el coeficiente de inteligencia?

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7. Dificultades de los disléxicos con el lenguaje

Las dificultades de los disléxicos residen en el lenguaje hablado, en el escrito y en la comprensión de los símbolos lingüísticos. Les cuesta mucho trabajo separar palabras en segmentos, por eso leen lentamente y con errores. Ni aprenden ni memorizan fácilmente los nombres de las letras. Por otro lado, no logran asociar las palabras con los sonidos.

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6. Los disléxicos no leen las letras hacia atrás

Es un mito que los disléxicos leen las letras hacia atrás. Ellos en realidad pasan mucho trabajo para aprender las letras y escribirlas, pero no las leen a la inversa. Lo que ocurre es que en ellos funciona un fenómeno llamado efecto reciente, según el cual la persona pronuncia la palabra que debe leer usando el último sonido, como pudiera ser, por ejemplo, decir ‘las’ por ‘sal’. También tienen dificultades para distinguir derecha de izquierda.

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5. Muchos niños considerados con problemas de aprendizaje son disléxicos

Sucede con frecuencia que se mal-diagnostica a un niño que está teniendo dificultades con el lenguaje, como si fuera un caso de problema de aprendizaje. Por eso, en las escuelas especiales se puede detectar entre un 70-80% de estudiantes con dislexia.

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4. Los hemisferios cerebrales y el aprendizaje lingüístico

Las personas con dislexia utilizan el hemisferio cerebral derecho para procesar la información lingüística. En cambio, los que no presentan dicha condición usan tres zonas del hemisferio cerebral izquierdo durante el procesamiento del lenguaje.

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3. ¿Se hereda la dislexia?

Existen algunos factores hereditarios que pueden predisponer al sistema nervioso a presentar una dislexia. Las estadísticas arrojan que cuando uno de los dos padres es disléxico se da un 50% de probabilidad de que el niño también lo sea; si los dos padres presentan la condición, se da un 100% de probabilidad.

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2. ¿Hay personas adultas con dislexia?

Al no ser una enfermedad, sino una dificultad para aprender el lenguaje, muchos niños disléxicos crecen sin ser tratados por esta condición. Se considera que más de un 70% de los menores que no son diagnosticados en los primeros grados escolares permanecerán siendo disléxicos hasta la adultez.

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1. La dislexia puede ser tratada

La dislexia no se cura, pero puede ser tratada de modo que las personas mejoren en sus dificultades para aprender y entender el sistema lingüístico. Las ideas modernas sobre este asunto defienden el valor de una enseñanza personalizada, en la cual se le brinde al escolar un mayor tiempo y repeticiones del contenido.

Por último quiero recordarte que, con dislexia o sin ella, mientras más reforcemos la información con elementos emocionales y sensoriales, apelando a la imaginación y la creatividad, más posibilidades tienen los niños de cualquier edad escolar de avanzar en el aprendizaje del lenguaje.