7 veces en las que la realeza británica rompió su propio protocolo

Solemos ver a los miembros de la realeza como personas elevadas, diferentes a nosotros, con muchas obligaciones y también muchos beneficios, pero por sobre todo, con un protocolo estructurado que los separa de los demás.

PUBLICIDAD

Sin embargo, algunas acciones de la realeza, principalmente las que realizó la princesa Diana, buscaron romper las barreras, acercar la realeza a la gente y demostrar su lado humano y compasivo.

La princesa Diana fue la más rebelde en ese sentido, pero otros miembros de la realeza también rompieron el protocolo...

1. La princesa y la escuela pública

Diana se convirtió en princesa con tan solo 20 años y los protocolos le parecieron antiguos y estructurados. Si bien no le quedó otra que amoldarse a ciertas tradiciones, hubo algo en lo que nunca cedió: la educación de sus hijos.

Para Diana era muy importante que ellos crecieran en un ambiente lo más normal y natural posible. Para ello, los llevaba a parques de diversiones, lugares de comida rápida y eligió para ellos una educación pública.

A los tres años, Guillermo se convirtió en el primer heredero al trono británico que no inició su educación en el palacio y luego el príncipe Harry también siguió su camino.

2. El «zafiro de la plebeya»

La princesa Diana era famosa por su elegancia y su gran estilo. Luego de que el príncipe Carlos le propusiera matrimonio, Diana se encargó de elegir su anillo de compromiso, un zafiro azul oval de 12 quilates rodeado de 14 diamantes.

Su elección causó un revuelo porque no encargó su anillo como tradicionalmente lo hacen las novias reales, sino que lo seleccionó de un catálogo de colección de una joyería. Por esa razón, quienes la criticaron lo llamaron el «zafiro de la plebeya».

PUBLICIDAD

Ese mismo anillo fue el que su hijo, el príncipe Guillermo, usó para proponerle matrimonio a Kate Middleton.

3. La compasión heredada

Imagen Getty images

Al igual que su madre, tanto el príncipe Guillermo como Harry se han encargado de continuar su legado y demostraron tener la misma compasión e interés por los demás que su madre.

Tanto así que en junio de 2017, cuando Guillermo y la reina visitaron el centro de crisis para los sobrevivientes del incendio de la Torre Grenfell, Guillermo no dudó en ayudar a una mujer que buscaba a su esposo, consolándola y prometiendo ayudarla.

Si bien el código real estipula que los miembros masculinos de la familia real deben ser recibidos con un gesto de cabeza, a Guillermo no le importó romper el protocolo en esa ocasión para ofrecer ayuda.

Tampoco le importó hacerlo cuando una adolescente sin hogar le contaba su historia en un baile de caridad.

4. El vuelo familiar

Imagen Getty images

En lo que respecta a la paternidad, el príncipe Guillermo siempre ha tenido claro que, al igual que su madre, quiere criar a sus hijos de la forma más desestructurada posible.

Y si bien la práctica real estándar sostiene que cualquiera en línea para el trono debe viajar de forma separada en caso de un accidente, para preservar el linaje real, Guillermo obtuvo el permiso de la reina para viajar con su familia.

5. El abrazo de la propia reina

Imagen Getty images

Si bien la reina es de las figuras reales que más acata el protocolo, no siempre sigue las reglas.

PUBLICIDAD

En la Cumbre del G20 en el Palacio de Buckingham en 2009, la reina pasó tiempo hablando con la entonces primera dama Michelle Obama. En medio de la conversación, la reina puso una mano en su espalda y ella le devolvió el gesto.

Antes no era nada común que la realeza se mostrara dando o recibiendo abrazos, pero la situación ha cambiado y hasta la reina ha sabido romper el protocolo. Incluso el gobernador de Canadá tocó su hombro, algo poco usual para la realeza.

6. Más abrazos

Imagen Getty Images

Pero la reina Isabel II no ha sido la única en dar abrazos de la realeza. Y siguiendo la línea de la princesa Diana, Kate Middleton ha buscado emularla no solo con su vestuario sino también con su preocupación por los problemas sociales.

En Alemania, durante una visita a la fundación Strassenkinder que ayuda a niños con entornos en desventaja, Kate no dudó en romper el protocolo y abrazar a los pequeños.

7. Y hasta autógrafos

Imagen Getty Images

A pesar de que se dice que el príncipe Carlos es el menos popular de la realeza británica, también ha demostrado tener un lado dulce.

En 2010, visitando a miembros a las víctimas de las inundaciones en Cornwell, una pareja le pidió un autógrafo para su hijo. Para sorpresa de todos, el príncipe Carlos accedió, algo que no suele hacer la realeza británica.

El protocolo real británico es visto como una expresión de respeto por los miembros y costumbres de la realeza. No obstante, por el bien de su familia o para demostrar compasión, cariño o respeto por los demás, los miembros de la realeza británica han optado por romper con el protocolo en más de una oportunidad. ¡Sabia decisión!