7 sorprendentes datos sobre la muerte que nos ayudan a entender y aceptar más nuestra condición

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La única certeza que existe en la vida es que en algún momento vamos a morir, solo que no sabemos cómo ni cuándo, pero durante toda nuestra existencia,  la muerte nos acompaña. Puede parecer morboso, pero eso es lo que nos han forzado a creer en Occidente...

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La muerte es parte de la naturaleza, no solo humana, sino universal, y está llena de cosas interesantes, tal como estos 7 datos curiosos y sorprendentes que nos ayudan a ser un poco menos ignorantes y, por ende, a tener menos miedo.

El cuerpo se hincha con gases

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Tras la muerte se produce un fenómeno conocido como autolisis, en el que las células del cuerpo se autodestruyen y en el proceso se liberan una serie de gases que hacen que el cadáver se hinche.

La hinchazón llega a su máxima expresión cuatro días después de la muerte, así que no se llega a notar en cuerpos cuyo fallecimiento data de solo unos o dos días.

¿Cuántas personas mueren por año?

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Aproximadamente 8 de cada 1000 habitantes de nuestro planeta mueren cada año, lo que nos lleva a una cifra de más de 55 millones de muertes anuales en el mundo.

Por día fallecen 151 600 personas, 6316 por hora, 105 cada minuto y aproximadamente 2 por cada segundo que pasa.

Rigor mortis

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El llamado rigor mortis, la rigidez típica de los cadáveres, comienza 3 horas después de morir y se produce por cambios químicos en los músculos. Este fenómeno que complica bastante el manipular los cádaveres es solo temporal y suele desaparecer 36 posfallecimiento.

La principal causa de muerte en el mundo

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No es el cáncer ni los accidentes automovilísticosla principal causa de muerte en el mundo son las cardiopatías isquémicas, seguida de cerca por los accidentes cerebro vasculares

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El tercer puesto es compartido entre la llamada enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las infecciones respiratorias inferiores. El cáncer aparece recién en el quinto lugar, específicamente el de tráquea, bronquios y pulmón.

Existen tres tipos de muertes

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Lo lógica sería que la muerte fuese una sola, pero científicamente se habla de tres tipos de muertes: cerebral, clínica y biológica.

En la muerte cerebral el cuerpo puede seguir funcionando, pero se tratan de funciones autónomas de un cerebro que ya no tiene actividad neuronal y es irreversible. Por su lado, la muerte clínica es aquella en que el corazón deja de latir y se detiene la respiración, pero pueden reiniciarse con intervención médica.

La muerte biológica es absoluta, no solo el cerebro está sin actividad y el corazón deja de latir, sino que también no existe ninguna posibilidad de que el cuerpo retome las funciones que le permiten vivir.

Un cadáver puede tener erecciones

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Parece raro, pero los cadáveres masculinos pueden tener erecciones, lo que se dada principalmente en personas que murieron ahorcadas o con una lesión en la médula espinal.

Conocida como priapismo posmortem, es indicador de que se trató de una muerte violenta. En los casos de fallecimiento por ahorcamiento, uno de cada tres cuerpos presenta esta erección terminal.

El cuerpo se come a sí mismo tras morir

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El organismo humano está lleno de bacterias que no son nocivas mientras estamos vivos, pero una vez que morimos estos microorganismos comienzan a comerse el cuerpo por dentro.

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Asimismo, las enzimas presentes en órganos como el páncreas también comienzan a digerir el organismo. Estos procesos no ocurren en una persona viva ya que el sistema inmune lo impide.

Nadie puede escapar a la muerte, pero siempre es bueno saber más de esta compañera que nos acecha día a día y, si tenemos suerte, no cumplirá su rol hasta que lleguemos a una edad muy avanzada y de forma tranquila.