7 sombrías e infames formas en que los nazis arruinaron cosas geniales

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El desprecio por el pueblo judío, el endiosamiento de Hitler y el engreimiento por la grandeza de Alemania llevaron a los nazis a prácticas culturales oscuras, viles y ridículas. 

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1. Navidad

Los nazis eran contrarios a celebrar el nacimiento de Jesús, un judío según la Biblia. Crearon su propia y patética versión de la canción navideña Noche de paz, que decía así : Noche silenciosa, Noche sagrada / Todo está en calma, todo brilla / Solo el Canciller se mantiene en guardia / Vigila y cuida el futuro de Alemania / Guía a nuestra nación correctamente.

2. Televisión

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La mayoría de los habitantes de las ciudades alemanes durante la época nazi veía televisión en las oficinas de correos. La programación, sin embargo, no era muy entretenida. Estaba repleta de pesadas proclamas y cantos sobre la grandeza del Tercer Reich y de amenazas contra los enemigos de Alemania.

3. Pegatinas y juguetes

Los niños de la Alemania nazi no armaban sus álbumes con barajitas de los dibujos animados o de sus ídolos deportivos. Los principales protagonistas de las figuritas y juguetes eran Hitler y los símbolos del régimen.

4. Juegos de mesa

Un avispado y retorcido comerciante alemán inventó y puso en venta un juego de mesa en el que los judíos representados con figuras de madera eran llevados hacia el centro del tablero y expulsados hacia Palestina. Ganaba quien primero deportara a 6 judíos. Las autoridades nazis repudiaron el entretenimiento porque hacía ver la persecución de los judíos como un juego fácil.

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5. El jazz

Los nazis incluyeron el jazz en la lista de « música degenerada», principalmente por el predominio de los afroamericanos. Sin embargo, la diabólicamente creativa mente de Joseph Goebbels encontró la forma de sacarle partido. El ministro de propaganda nazi formó una banda de jazz alemana, básicamente con el objetivo de desmoralizar y burlarse de los oyentes aliados.

6. Revistas

Frauen-Warte fue el magazine nazi dirigido al público femenino. Hacía hincapié en el rol de la mujer en el hogar y en su obligación de concebir y de criar niños arios sanos y fuertes para la gloria del Reich.

7. Coleccionar cosas

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Su odio por los judíos no impidió a los nazis armar una colección de objetos sobre la cultura del pueblo que estaban exterminando y que pensaban exhibir en el « Museo de la Raza Extinta» que tenían previsto abrir una vez terminado el Holocausto y ganada la guerra. Muchos de estas piezas fueron recogidas en los territorios checos y terminaron en el Museo Judío de Praga.