Cuando pensamos en un país carismático, la India es uno de los primeros que se nos viene a la cabeza. Los motivos son muchos: colores, espiritualidad, bellos mausoleos, comida picante y estas 7 razones por las que ir a India sería una pérdido de tiempo. . .
7 razones por las que ir a India sería una pérdida de tiempo
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. . .modo ironía ON.
El atardecer en el Taj Mahal
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El Taj Mahal fue mandado a construir por el príncipe Sha Jahan en 1631 en honor de su esposa, Mumtaz Mahal, quien murió al dar a luz a su decimocuarto hijo. Casi 400 años después, el mausoleo más importante de la India continúa siendo un escenario apasionante para los amantes de la fotografía, la historia y, ante todo, la belleza. Y es que a la hora de viajar en pareja, contemplar el atardecer sobre el Taj desde el río Yamuna puede convertirse en la experiencia más inolvidable de tu vida.
Una gastronomía única
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Si te gusta el picante y eres vegetariano la India es tu país, ya que en él se concentran infinitas posibilidades de verduras, salsas y muchas, muchas especias. Desde el masala chicken hasta el pan naan (elaborado con yogur), la gastronomía india es una de las más famosas del mundo gracias a su sabor exótico y estimulante. De entre todos, este autor se queda con el shadya, una hoja de platanera a modo de bandeja sobre la que se colocan diversas salsas, arroz o plátano muy típico en el estado de Kerala.
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Viajar en tren por la India
Subirse a un tren en la India y cruzar el país maravillando sus contrastes es una de las experiencias viajeras más apasionantes que alguien puede llevar a cabo. Si a ello añadimos el microcosmos de vendedores ambulantes, aromas, tés chais y demás aspectos que confluyen entre los pasillo del tren, el encanto y contraste son aún mayores. En mi blog os invito a viajar conmigo por la India en tren durante 32 horas.
Bollywood style
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La India es famosa por una industria cinematográfica que supera en productividad al mismo Hollywood. A su vez, el colorido, los bailes y el romanticismo que adereza los espectáculos y películas que se exhiben en ciudades como Mumbai, meca de Bollywood por antonomasia, nos sumergen en otro forma de entretener, de ocio, especialmente si nos sentamos en un cine típico a admirar una película de género masala, el cual combina comedia, drama, romanticismo y dosis de culebrón en un mismo metraje.
Su espiritualidad
En Varanasi, los fieles descienden al río Ganges buscando a los dioses. En las colinas de Bangalore, el ashram The Art of Living fundado por Sri Sri Ravi Shankar nos invita a practicar yoga y eliminar tensiones, mientras en la ciudad de Dharamsala el Dalái Lama continúa velando por el mundo y sus fieles. La espiritualidad tiene muchas caras y todas ellas se concentran en un país en el que la veneración de los dioses, las oraciones entre barritas de incienso, la práctica de disciplinas milenarias o los rituales que invitan a la buena fortuna colman la nación más mística del mundo.
Naturaleza exhuberante
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En el norte e la India, las rutas de trekking por los picos nevados de la frontera entre India y Nepal nos desvelan lugares de paz y contraste, mientras el estado de Madhya Pradesh alberga parques naturales como el Kanha, donde conviven el tigre de bengala o el oso perezoso. Finalmente, el sur nos regala las plantaciones de té de Munnar o los recorridos en barco por los canales tropicales de Kerala, donde realizar birdwatching se convierte en el mejor de los pasatiempos ecológicos.
Sus colores
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Jaipur es conocida como la Ciudad Rosa y en el templo de la diosa Meenakshi se concentran colores inimaginables. En la India existe un culto al color traducido en la belleza de sus mandalas, los mantras tatuados en sus elefantes, los templos psicodélicos, las luces en mitad de la selva, los saris y especias de los bazares o los colores de sus chakras. Puros estímulos a nuestro paso por el país que encuentra en el color su particular lectura del mundo, de la espiritualidad.
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Estas 7 razones por las que ir a India sería una perdida de tiempo posiblemente no te interesen, para nada. Porque, ¿quien quieres perderse en plena naturaleza, visitar templos milenarios o disfrutar de una sesión de yoga y meditación frente a playas y palmeras?
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