7 objetos cotidianos que los médicos de salas de urgencias jamás tendrían en sus hogares si hay niños

Cada día ven como decenas de niños llegan a los hospitales con heridas leves, fracturas e incluso en condición tan grave que requieren cirugías. Los médicos de urgencias son especialistas que saben identificar muy bien todas aquellas cosas que pueden provocar accidentes.

La gran mayoría de los pequeños que llegan al hospital lo hacen por accidentes prevenibles.

Por ello, médicos de los departamentos de urgencia de varios hospitales en los Estados Unidos revelaron aquellos artefactos u objetos que jamás tendrían en casa, ya que son un severo riesgo de accidentes que se puede prevenir.

7. Trampolines o camas elásticas

Tener un trampolín en casa entrega horas de diversión a los chicos, además de cansarlos, pero los médicos de urgencia los tienen como el enemigo número uno para la seguridad de los pequeños.

Cada día llegan a la sala de emergencias niños accidentados en una cama elástica, ya sea con golpes en las extremidades o incluso fracturas cervicales y graves traumatismos en la cabeza. Usar una malla alrededor de ella solo nos da una falsa sensación de seguridad.

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6. Piscinas o fuentes de agua

¿Sabías que un niño se puede ahogar en solo diez centímetros de agua? Las piscinas, albercas y fuentes de agua son un verdadero peligro mortal por más que utilicemos puertas especiales y sistemas de protección con alarmas.

Los médicos de urgencias recomiendan no tener una si en casa hay niños menores de seis años y que estos siempre las utilicen supervisados por adultos y nunca dejarles solos..

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5. Alfombras que se pueden mover

Correr por la casa como si fueran salvajes es una actividad que a los niños les encanta y las alfombras que no están adheridas al suelo perfectamente pueden deslizarse y provocar caídas.

Los médicos recomiendan no usarlas en ninguna casa, especialmente en la zona cercana a las escaleras, ya que también son un peligro para adultos.  No importa que usemos antideslizantes, ya que estos no son demasiado efectivos.

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4. Medicamentos que ya no se usen

Antibióticos, analgésicos, antivirales, etc. Cuando dejamos de tomar un medicamento, los médicos recomiendan desecharlo por más que no esté vencido, ya que muchos de ellos provocan serios daños a los pequeños si son ingeridos por casualidad.

Los especialistas aconsejan tener solo la medicación básica en casa y nunca en la cocina o en el baño, sino que en una caja cerrada con llave y guardada en una zona alta de la habitación principal.

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3. Pilas o baterías circulares y planas

Estas pequeñas baterías que usan gadgets como relojes, lámparas, juguetes y todo tipo de dispositivos son fáciles de tragar por los pequeños y una vez en su organismo despedir químicos que pueden provocar graves problemas.

Si vas a utiliza este tipo de batería, hazlo en dispositivos que permitan cerrar la zona con tornillos bien apretados y no guardes reemplazos en casa ya que expones a los chicos de forma innecesaria.

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2. Sillas de comer para bebés

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Si bien todavía no caminan, los bebés llegan a la sala de emergencia con heridas graves debido a caídas y muchas de ellas son desde mobiliario diseñado para ellos como por ejemplo las famosas sillas de comer.

Los médicos señalan a estas sillas especialmente aquellas que se colocan cerca de la mesa como un verdadero peligro, ya que sin demasiada fuerza los pequeños pueden golpear la mesa con sus pies provocando que su silla se vuelque terminando en el suelo con fracturas e incluso graves golpes en la cabeza.

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1. Muebles que no estén anclados a la pared

A los chicos les encanta trepar y es sencillo que un mueble ceda y se caiga sobre ellos. Por eso, los expertos recomiendan que todo mueble esté anclado a la pared de manera que no pueda voltearse.

Lo mismo se aplica a televisores y todo objeto que pueda caerse sobre ellos, siempre puedes prevenir usando kits que se venden en el comercio y te entregan algo más de paz aunque lo ideal es tenerlos vigilados.

Los accidentes son la primera causa de muerte o secuelas graves en niños por lo que seguir los consejos de quienes los reciben cuando necesitan atención médica es una forma inteligente de protegerlos aunque por más que elimines los peligros más importantes de tu casa nada reemplaza la supervisión de adultos.

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