7 lugares que te transportarán a la magia de la Mil y una noches

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Como primer gran referente literario del mundo árabe, las Mil y una noches inspiró en la cultura occidental una cierta atracción por el exótico Oriente que comenzó hace más de tres siglos. Palacios cuyas torres juegan con las nubes, mezquitas de cúpulas brillantes, viviendas que huelen a cítricos...  todas estas ensoñaciones y mucho más conforman esta lista de 7 lugares que te transportarán a la magia de las Mil y una noches

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1. El Jardín de la Menara (Marrakech)

Durante el período de la dinastía Saaid, en el siglo XVI, un pabellón de tejado verde (o menara) fue enclavado junto a una alberca salpicada en medio de este jardín de palmeras y olivos concebido cuatro siglos antes. Con las cimas nevadas del Atlas como telón de fondo, los Jardines de la Menara evocan la estampa más exótica de Marrakech y se convierte en un perfecto lugar de contemplación en el que, también, hay locales que ofrecen paseos en camello o quioscos donde tomar un té fresquito. El enclave se sitúa cerca del aeropuerto, a 10 minutos en tren desde el centro de la ciudad marroquí.

2. Oasis de Siwa (Egipto)

En la zona occidental de Egipto, los bereberes erigieron en el siglo XII este pueblo cuyas viviendas fueron construidas con una mezcla de barro, sal y arena. Así es Siwa, lugar solitario situado a los pies de las Montaña de la Muerte, uno de los grandes atractivos de la localidad junto al conocido Templo del Oráculo o el de Amún, dedicado al faraón Nectanebo. Un oasis perdido entre dunas, palmeras y olivos que nos recuerdan la esencia más pura de una de los primeros países en los que se encontraron, casualmente, los primeros relatos de Las mil y una noches.

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3. Gran Bazar (Turquía)

Lámparas de colores, babuchas en los estantes, olor a incienso, un buen té en cualquier rincón... El Gran Bazar de Estanbul es, posiblemente, uno de los mercados más famosos del mundo. Un verdadera desafío para los sentidos en el que los comerciantes hacen de tus compras (y regateos) toda una experiencia en cada una de las 3 mil tiendas que componen el bazar, si bien también recomendamos visitar el Bazar Egipcio, más económico y relajado. 

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4. Madraza de Chor - Minor (Uzbekistán)

Las madrazas son escuelas o universidades en las que se estudia la cultura islámica, salpicando la geografía de Medio Oriente y atrayendo las miradas de sus muchos visitantes. Este es el caso de la madraza de Chor-Minor, situada en la ciudad de Bukhara donde este edificio de cúpulas y minaretes confunden su azul turquesa con el cielo oriental. Concebida en un primer momento como mausoleo y construida por el califa Khalif Niyazkul en el siglo XVII, la madraza debería incluir una visita en alfombra mágica... ¡Lástima!

5. La Gran Mezquita del Sultán Qaboos (Omán)

Al atardecer, la cúpula de la Gran Mezquita adquiere un brillo dorado, como una gran luciérnaga flotando en el corazón de Mascate, la mayor ciudad de la emergente Omán. Hace 23 años, el sultán Qaboos decidió que ya era hora de regalar a Mascate una gran mezquita, y tras convocar un concurso, finalmente esta mezquita de jardines secretos y minaretes majestuosos no sólo se ha convertido en una de las grandes atracciones del país oriental, sino que ostenta un nuevo récord: el de la segunda alfombra más grande del mundo, una artesanía multicolor desplegada en la sala de oraciones del monumento.

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6. Taj Mahal (India)

El mausoleo de la ciudad de Agra esconde tras sus muros una historia de amor propia del relato más exótico de la literatura, la del emperador Shah Jahan, quien en 1931 elevó este monumento en honor de su esposa, Mumtaz Mahal, fallecida durante el parto de su decimocuarto hijo. Manos árabes, mogolas y locales erigieron esta joya de la arquitectura asiática de exteriores estimulantes y un interior tibio concentrado en torno a una tumba vacía que ha suscitado más de una hipótesis.

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7. La Alhambra (España)

Aunque sería más propicio nombrar el clásico Cuentos de la Alhambra de Washington Irving que Las mil y una noches, no podemos negar el encanto oriental de la Alhambra, la mayor obra de la cultura islámica en la Península Ibérica (con permiso de la Mezquita de Córdoba). Compuesta de palacetes y jardines que se desparraman sobre el cerro de la Sabika, en la ciudad de Granada, la Alhambra contiene en su interior historias pasionales, de misterio y traición y lugares como el mítico Patio de los Leones o el Palacio del Partal. Como colofón, nada mejor que una visita por los Jardines del Generalife, donde el sonido de la acequia y el aroma de los naranjos nos transportan en el tiempo diez siglos atrás.

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Estos  lugares que te transportarán a la magia de las Mil y una noches evocan el encanto de las historia que Scherezade contaba cada noche a aquel emperador maníaco obsesionado con la decapitación de sus doncellas. Un libro que sembró en Occidente la atracción por esos países míticos mientras, otros, comienzan a emerger abandonando el hermetismo de las últimas décadas y mostrando al mundo todo su esplendor.

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