Lo que ahora es considerado « predominio de las chicas», era «cosa de hombres» y viceversa. El género no es más que una construcción ficticia.
7 estereotipos de género que han cambiado con el tiempo y demostrado que este no es más que una tonta construcción


1. La cerveza era «cosa de mujeres»

Al menos la elaboración. Después que estaba lista, era «cosa de hombres». Como la cerveza era artesanal, las « maestras cerveceras» se quedaban en casa produciéndola, mientras los hombres iban al campo o a cazar.
- También te recomendamos leer: «5 conceptos que tienes que comprender sobre la sexualidad»
2. El chocolate era para «los machos»

Moctezuma tomaba varias tazas al día para cumplir honrosamente con su enorme harén. Los guerreros mexicas eran consagrados con chocolate. Casanova atomaba un preparado de chocolate caliente con canela y nuez moscada que asegurar sus proezas amorosas.
- Lectura recomendada: «5 mitos sobre la homosexualidad derrumbados por la ciencia»
3. El sexo de los porristas

Los primeros animadores eran varones y algunos estaban en mejor forma que los corredores y mariscales de campo del fútbol americano por los números gimnásticos y las acrobacias que tenían que hacer. Los jóvenes tenían a orgullo ser cheerleader de su universidad y Eisenhower, Roosevelt y Reagan lo fueron. Los chicos regresaron de la guerra menos entusiasmados por ser porristas.
También puedes leer: « ¿Por qué el 28 de junio se celebra el Día del Orgullo Gay?»
4. El tejido de punto era un gremio varonil

Durante la Edad Media, el tejido de punto se convirtió en un « arte masculino» y los gremios de tejedores protegían sus secretos para ir por delante de la competencia. La invención de la máquina tejedora en 1589 y luego la Revolución Industrial casi acabaron con el tejido de punto, que se convirtió en una distracción de madres y abuelas.
- También te recomendamos leer: «5 absurdos estereotipos de género en las imágenes que todo el tiempo encontramos en Internet»
5. Los hombres sí llora(ba)n

Eso de que « los hombres no lloran» es un estereotipo relativamente reciente. La mitología y la historia están llenas de célebres llorones. Según La Ilíada, el ejército griego rompió a llorar en varias ocasiones. Zeus lloraba lágrimas de sangre y el rey Arturo derramó lágrimas a más no poder. Llorar auténticamente en un juicio (o que lo pareciera) podía significar el perdón y llorar sin mucha convicción, la condena.
- Quizá también quieras leer: «¿Qué significa cada una de las letras de la sigla LGBTIQ?»
6. La programación de ordenadores era para las chicas

El primer computador de propósito general de la historia, el ENIAC, fue programado por 6 mujeres. Había que lidiar con miles de cables e interruptores en las monstruosas máquinas y las chicas se aplicaban con más cuidado. La programación se consideraba de bajo nivel, al contrario del hardware, que los hombres se reservaron. En un principio, los computadores de regalo iban principalmente a los varones.
- También te recomendamos leer: «Mujeres científicas: discriminación y estereotipos»
7. Rosa para las niñas y azul para los niños

Al comienzo, el color asignado a los varones fue el rosa y el azul a las niñas. Fue una idea de marketing de unos grandes almacenes estadounidenses para estimular las ventas de ropa de bebés. A las madres la idea les pareció buena, pero no la asignación de colores y sugirieron el cambio.
Si te interesa la temática, te recomendamos echarle un buen vistazo a nuestra sección Igualdad de Género.






