Sangre, órganos, los humanos nos valemos de tejidos de otras personas para mejorar de enfermedades o incluso salvar nuestra vida, pero lo cierto es que existen trasplantes que ni te imaginas. ¿Sabías que la materia fecal de otro puede salvarte la vida? Hoy, vamos a contarte cosas que no sabías sobre los trasplantes fecales entre personas. Te recomendamos no leerlo mientras comes.
7 cosas que no sabías sobre los trasplantes fecales


7. Tus desechos son medicina para otros
La basura de uno es el tesoro de otro, y la materia fecal de alguien, puede ser el mejor tratamiento para una serie de afecciones que no responden a métodos más tradicionales. Los trasplantes de materia fecal, se utilizan para combatir bacterias que no sucumben ante los efectos de los antibióticos. En la “caca” del donante sano se encuentra la flora bacteriana necesaria para atacar al bicho malo que está en el intestino del enfermo.

6. El trasplante de materia fecal es más efectivo que los antibióticos en infecciones intestinales
Los antibióticos son como un ejercito completo y, destruyen todas las bacterias que encuentran a su paso. El problema es que cuando la afección es estomacal o intestinal, necesitamos algunas de nuestras bacterias para sanar. La materia fecal del donante entra al intestino del enfermo y, de cierta forma, intercambia la flora intestinal dañada del paciente, por la sana del donante, fortaleciendo su sistema inmune. Así, el cuerpo está en condiciones de luchar y deshacerse de aquella bacteria que le está enfermando, todo gracias a un remedio que aún se considera poco convencional.

5. La materia fecal se trasplanta directamente al intestino
Si estabas pensando en que ese particular y algo asqueroso tratamiento entraba por la boca, estás equivocado, ya que lo hace por el otro extremo. El paciente se somete un completo lavado intestinal y toma un laxante la noche anterior, para eliminar cualquier impureza. Al día siguiente, mediante una colonoscopia o sonda nasogástrica, se introduce la material fecal del donante, la cual fue procesada y está diluida en forma líquida. Una vez que llega al intestino del receptor, ya está lista para trabajar.
4. La materia fecal ajena es capaz de luchar contra la Clostridium difficile
Quizá el nombre no te dice nada, pero la Clostridium difficile es una de las peores bacterias que existen actualmente ya que, además de producir efectos graves a nivel del sistema digestivo, es resistente a los antibióticos. Además, esta bacteria suele contagiarse dentro de los hospitales, en gente que ya está débil. Los trasplantes de materia fecal son exitosos para luchar contra ella, ya que restablece el balance bacteriano en el cuerpo, evitando que la Clostridium difficile libere toxinas.

3. El 90% de los trasplantes de materia fecal son exitosos
Los trasplantes de materia fecal tienen una tasa de éxito mayor a la de cualquier otro, logrando curar afecciones en un 90% de los casos. Es tal su efectividad que los especialistas en gastroenterología clínica recomendaron en conjunto utilizarlo como tratamiento primario y no esperar a que terapias más convencionales fallen.
2. La donación de materia fecal suele venir de un pariente
Si bien no es necesario que donante y paciente tengan el mismo grupo sanguíneo, generalmente es un pariente quien entrega la muestra de materia fecal a utilizar. Esto se debe a que generalmente tienen una flora intestinal similar, ya que viven en el mismo ambiente y suelen comer lo mismo.
Eso sí, los donantes deben pasar por un proceso de selección. Los médicos, analizan las muestras buscando enfermedades como hepatitis, VIH y otras enfermedades de fácil transmisión. En todo caso, se han realizado trasplantes exitosos con donantes fuera del circulo del enfermo.

1. La materia fecal se procesa como si estuvieran preparando un batido
Antes de proceder al trasplante, los médicos toman la muestra de materia fecal fresca del donante, y se disponen a preparar el líquido que luego trasplantarán a enfermo. El médico, diluye las heces con solución salina o leche (sí, leche) y la mezcla tal como si estuviese haciendo un batido en una especie de licuadora.
Según el tipo de enfermedad, la mezcla se introduce al cuerpo por el recto mediante una colonoscopia para llegar al intestino grueso o, a través de una sonda nasogástrica, que se extiende hasta llegar al sitio necesario.
La próxima vez que te quejes del olor de la caca o la consideres realmente asquerosa, recuerda que los trasplantes fecales bien pueden salvarte la vida, así que no mires con miedo las fecas ajenas.









