6 lugares coloridos de Asia que te fascinará ver

El gigante oriental es, posiblemente, uno de los espacios más coloridos del mundo: templos hindúes, mercados de frutas, campos de cerezos y hasta montañas psicodélicas componen una geografía única, en la que la espiritualidad, el carácter y la tradición han influido la creación de algunos de estos 6  lugares coloridos de Asia.

1. Madraza de Barak-Khan (Uzbekistán)

Aunque aún sea un país prácticamente desconocido para el turismo, Uzbekistán es un país asiático que esconde joyas arquitectónicas como esta madraza (designio para las escuelas islámicas) situada en el corazón de la ciudad de Samarkand. Su construcción fue iniciada en el siglo XV por la dinastía Suyunidj-khan como un mausoleo amurallado hasta que, durante los siglos posteriores, los sucesores de la dinastía convirtieron el complejo en una escuela de culto. Los minaretes y las cúpulas azuladas contrastan con los portales inundados de motivos exóticos que dan la bienvenida a esta joya arquitectónica aún desconocida.

2. Meenakshi Sundareswarar (India)

Madurai, ciudad del estado sureño de Tamil Nadu, yace a orillas del río Vaigai conteniendo los templos de arquitectura dravidiana que atraen a hordas de turistas anualmente y entre los que destaca el aquí mencionado. Dedicado a la diosa Párvati (Meenakshi) y a su esposo, el dios Shiva, este templo típico se compone de las típicas torres colmadas de gopuras, pequeñas esculturas de colores que evocan el folclore místico de la cultura hindú. Construido en el siglo VII, el Meenakshi posee unos interiores aún más coloridos si cabe, con bóvedas cromadas con mándalas psicodélicos y columnas que sostienen diversas esculturas doradas.

3. Damnoen Floating Market (Tailandia)

La capital tailandesa, Bangkok, es famosa por estos conocidos mercados flotantes en los que el turista, a su paso por los llamands klongs (o canales) que han convertido la ciudad en una particular Venecia asiática, podrán maravillarse con las canoas que transportan papayas, plátanos y cocos, que sirven zumos de frutas tropicales y donde el bullicio se entremezcla con los chapoteos. Damnoen es el mercado flotante más importante de Tailandia, si bien podemos encontrar otros muchos como el Amphawa o Khlong Lat Mayom.

4. Danxia (China)

El gigante asiático es uno de los lugares más sorprendentes del mundo, especialmente a lo que su geografía respecta, pudiendo atravesar desde lugares como el Bosque de Piedra hasta una sesión de taichi a las faldas de las montañas púrpuras que protegen el río Li. Sin embargo, la paleta de colores será más amplia si nos acercamos hasta las "montañas arco iris" de la zona de Danxia, en la provincia de Gansu, una de las siete formaciones rocosas que, debido a la mineralización provocada por el agua y los vientos durante millones de años han dado como resultado el espectáculo más psicodélico de China.

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5. Playa Roja (China)

Como bien decíamos, China es un país donde la naturaleza adquiere formas impredecibles, y otro de los grandes ejemplos es la conocida como Playa Roja, situada en la región de Panjin. Rodeado por el Mar Amarillo y el río Liaohe, el mayor humedal del mundo posee un suelo alcalino que permite la presencia del alga conocida como sueda, la cual tiñe de colores verdes la zona durante el verano hasta tornarse rojizos en la época otoñal. Todo un espectáculo.

6. Kioto (Japón)

El país japonés es, en si mismo, un espectáculo de colores: los bosques de hojas otoñales, las azaleas que salpican de colores los valles o, especialmente, las nubes rosas que inundan los templos y ciudades con la llegada del hanami, ceremonia que celebra el nacimiento de las flores del cerezo y cuya mejor observación puede llevarse a cabo en la mítica Kioto, cuna de los templos de colores conectados por puentecitos y devorados por una naturaleza mágica. 

Estos  coloridos lugares de Asia acompañan los, ya de por sí, pincelados países del gigante oriental en el que las vestimentas hindúes, las pagodas coloridas o la propia naturaleza acompañan a estos lugares visitados por cientos de turistas cada año. Porque la vida siempre es mejor verla a través de un cristal de muchos colores y si el ambiente zen nos envuelve, mucho mejor.

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