6 exóticas ciudades recorridas por Marco Polo en la Ruta de la Seda

En el siglo XIII, Marco Polo recorrió la famosa Ruta de la Seda, una red de rutas comerciales conocidas anteriormente y cuyo principal fin era exportar seda desde China a los países latinos. La ruta de Polo comenzaba en Venecia y finalizaba en Chang'an, la actual Xi'an.

Entre ambos puntos se establecían apasionantes itinerarios trazados entre la antigua Constantinopla, Siria, la India, China e incluso Malasia, aunque el que veremos aquí consta como el más importante. Para quienes busquen tener Oriente en la palma de su mano, les invitamos a conocer algunas de las  históricas ciudades de la Ruta de la Seda. 

#1 Estambul (Turquía)

Esta dinámica ciudad fue (y sigue siendo) la perfecta puerta entre Oriente y Occidente, algo que no descuidaron los comerciantes antiguos que iniciaban sus exóticos periplos desde la antigua Constantinopla, la cual tomó el relevo de Roma como capital comercial y cristiana, tal y como demuestran monumentos como la Basílica de Santa Sofía. Una ciudad esplendorosa hasta caer en manos del Imperio Otomano, el primer episodio de una larga historia que aún conserva el dinamismo, los bazares y la perfecta fusión de antaño.

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#2 Palmira (Siria)

Durante el trayecto entre el Mediterráneo y Mesopotamia, esta ciudad de Siria era un punto idóneo para atravesar en caravana, de ahí que se la conozca también como Ciudad Caravana. Carreras de camellos, noches exóticas entre las dunas del desierto, el Templo de Bel, arcos romanos y millones de palmeras conforman las principales atracciones de esta ciudad algo alejada pero igualmente apasionante. 

#3 Ctesifonte (Irak)

Una de las principales ciudades mesopotámicas aún sobrevive al noreste del río Tigris y no lejos de Bagdad. Cuna de los imperios parto y sasánida, esta ciudad albergó desde los enfrentamientos entre persas y babilonios hasta convertirse en principal objetivo oriental de los romanos. Sin embargo, los únicos vestigios que encontramos hoy día son las ruinas del impresionante palacio elevado por los sasánidas hace más de 1400 años y cuyo arco de más de 30 metros es uno de los más altos del mundo.

#4 Merv (Turkmenistán)

Situada en el desierto de Karakum, esta ciudad oasis cuenta con un centro histórico nombrado Patrimonio de la Unesco y highlights cultural tan insólito como el complejo Bactria - Margiana. La piedra angular de este templo es la Kyz-Kala, una especie de acrópolis también conocido como el Castillo de las Chicas, ya que según cuenta la leyenda, las mujeres que vivían en su interior se lanzaron desde el tejado durante la invasión de los mongoles.

#5 Bujará (Uzbekistán)

Esta ciudad medieval situada en el corazón del país centroasiático es uno de los principales microcosmos monumentales a nuestro paso por la ruta. Con un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, una fortaleza imponente y una selección de madrasah (escuelas árabes) inconfundible, posiblemente el mayor highlight de la ciudad sea la mezquita Chor-Minor (Cuatro Minaretes) cuyas torres azul cielo encierran un pequeño paraíso elevado por el califa Niazkul en 1807.

#6 Xi'an (China)

22 de las 33 ciudades incluidas en la Ruta de la Seda como Patrimonio Cultural de la Unesco durante 2014, son chinas, y posiblemente la más importante sea la que marcaba el final de toda ruta: Xi'an, situada en el corazón del país oriental y una de las piedras angulares de la civilización china. Entre las actividades y patrimonios encontramos pagodas como la resplandeciente Dayan Ta, el mítico Templo Xingjiao, el Museo de los Guerreros de Terra-Cota, el Muro de Xi'an o una selección de puntos comerciales donde adquirir desde jade hasta la obligada seda.

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Estas 6 ciudades de la Ruta de la Seda aún conservan el esplendor de antaño mientras otras, erosionadas por el tiempo y las guerras, regalan la inmortal imagen de algunos de sus (antaño) bastos patrimonios. La Ruta de la Seda fue nombrada Patrimonio de la Unesco en junio de 2014 con el propósito de reagrupar ciertas culturas orientales y revivir un pasado tan histórico como apasionante.