Si piensas que tener una luna de miel en el espacio es lo más romántico del universo, cambiarás de opinión después de leer cómo es tener sexo allá, en el espacio exterior.
5 motivos por los que JAMÁS querrías tener sexo en el espacio

Excitación casi imposible
Para que el cuerpo humano llegue a la fase de excitación necesita de la gravedad, ya que esta provoca que la sangre fluya hacia los genitales: los hombres consiguen una erección y las mujeres, que el clítoris se hinche y se secrete lubricación.
Esto es casi imposible en el espacio, pues según un reporte de la NASA, la falta de gravedad impide que la sangre llegue a la parte inferior del cuerpo. En cambio, la sangre va al tórax y a la cabeza, lo que hace que los astronautas tengan caras hinchadas y vasos sanguíneos abultados en el cuello.
Si intentaras tener relaciones sexuales en el espacio, no sólo tendrás una bella cara hinchada, probablemente tu órgano sexual no responda.
No tendrías ganas
La testosterona es la hormona que, entre otras funciones, se encarga de mantener una líbido elevada. Sin ella no hay deseo sexual y según una investigación de la NASA, la testosterona disminuye en los astronautas durante los vuelos al espacio. Posteriormente sus niveles se recuperan al llegar a la Tierra, pero mientras están allá arriba, las ganas de tener sexo durante un viaje al espacio pueden esperar.
Además de que la testosterona baja, la oxcitocina le hace segunda, pues el mismo estudio indicó que durante los viajes espaciales se observó una disminución en la llamada hormona del amor que provoca el enamoramiento y la atracción sexual.
Sería agotador
Según un reporte de la agencia espacial, flotar en el espacio no requiere de ningún esfuerzo debido a la microgravedad, así que la pérdida de fuerza muscular, resistencia y deterioro cardiovascular son algunas de las consecuencias de no mover el cuerpo. Ahora bien, imagínate tener sexo sin condición física, posiblemente caigas rendido a los pocos minutos.
Y asqueroso
Cuando dos personas mantienen relaciones sexuales suelen sudar. Esto no es un problema a menos que estés en el espacio pues, según la NASA, debido a la microgravedad el sudor no gotea y se queda adherido a la piel formando capas gruesas. Es por eso que cuando los astronautas hacen ejercicio necesitan un ventilador para secar la transpiración producida por el ejercicio.
Además de incómodo
Si la microgravedad hace pequeñas albercas con el sudor, imagínate lo que hará con otros fluidos corporales como el semen o la lubricación femenina.
¿Qué tal ahora, sigues pensando que es buena idea tener una linda luna de miel en el espacio?
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