5 mitos sobre las armas alimentados por el cine

Muchas, pero muchas de las cosas que vemos en el cine y que nos parecen de lo más verosímiles también distan muchísimo de la realidad. Una gran cantidad de material extra en el cine, no tiene nada que ver con la realidad y sólo busca potenciar esas situaciones, lograr un efecto más intenso en el espectador y sorprender, asustar o conmover, y con esto no me refiero necesariamente a las películas de ciencia ficción, sino a numerosas producciones cinematográficas que exageran distintos aspectos de la realidad.

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En el mundo cinematográfico, las armas son parte de una utilería muy particular que justamente, da un perfecto ejemplo de todo esto. Las armas ocupan un lugar primordial en determinados géneros del cine, pero ¿qué tan verosímiles son sus recurrentes apariciones en la pantalla gigante? Apenas un tiempo atrás estuvimos hablando acerca de las armas de fuego y entre otras cosas, te estuve explicando cómo funciona un revolver, ¿recuerdas? Pues con todo lo que sabemos ahora sobre ellas, podemos dar cuenta de que hay varios mitos de las armas alimentados por las películas. Acompáñame en este recorrido para analizar algunos de ellos...

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La verdad sobre los silenciadores

Tal vez el mito más irreal de todos es el de los silenciadores. Cualquiera que haya escuchado un arma que se dispara con un silenciador sabrá que su efecto está muy lejos del que vemos en las películas. En películas como las de James Bond, por poner uno de los tantos ejemplos disponibles, podemos ver como el agente 007 dispara su pistola con silenciador y esta emite un sonido muy sigiloso. Lo cierto es que el sonido de un disparo de bala es casi imposible de esconder.

Échale un vistazo a este video real. En el mismo podrás dar cuenta de que los silenciadores no pueden frenar el verdadero estruendo de una pistola.

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Metralletas de municiones infinitas

Si alguna vez viste una película de Rambo es probable que concibas las metralletas casi que como un arma de destrucción masiva, con municiones infinitas. Bueno, la realidad es que una metralleta es mucho menos eficiente de lo que podrías llegar a pensar.

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Las metralletas "convencionales", o para ser más precisos, aquellas que a menudo vemos en las películas, suelen contar con un poder de disparo que ronda las 700 balas por minuto. Este número es realmente asombroso y si no fuera porque los cartuchos de las mismas son de aproximadamente 30 balas, tendrían mucha más utilidad. Simplemente haz el cálculo, 30 balas en un cartucho y 700 tiros por minuto. No sólo eso, en general, los soldados suelen llevar 210 balas consigo, así que no hay mucho de masivo en estas armas.

En el siguiente video podrás ver cuánto tiempo le lleva a una persona descargar un cartucho de metralleta...

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Los chalecos antibalas

Primero que nada, los chalecos antibalas son chalecos, solo cubren el pecho y la espalda, y en las películas parece que la cabeza del personaje principal no sea un buen punto a disparar. Dejando esto de lado, hay que mencionar que el kevlar (el material con el que se fabrican los chalecos antibalas) no es indestructible y que incluso, más bien, es un material bastante vulnerable.

Los chalecos funcionan cuando hablamos de pistolas, pero no cuando hablamos de rifles, metralletas y otros tipos de armas pesadas. Sumado a esto, ningún chaleco puede protegernos de un disparo que provenga de una distancia menor a 14 metros. En las películas solemos ver que inclusive con disparos a quemarropa los chalecos suelen salvar vidas, esto es solo ficción.

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Lo inútil de amartillar el arma

Cuando hablamos de amartillar un arma hablamos de ese hermoso sonido que hacen las escopetas cuando las jalan hacia atrás o cuando tiran hacia atrás el martillo de la pistola. Este sonido es sólo un efecto de suspenso para las películas. En el caso de las pistolas no tiene ninguna lógica hacerlo, ya que cada vez que jalamos el gatillo, esto se hace automáticamente.

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Este recurso funcionó para las películas del viejo oeste donde los revólveres antiguos sí necesitaban martillar entre cada disparo, pero de esto, hace más de 150 años. El cine gozó de este recurso y de hecho aún lo sigue haciendo. Pero no te preocupes, si eso te pareció tonto, el caso de las escopetas y los rifles resulta aún peor.

Cada vez que vemos que se martilla un rifle o una escopeta en una película ese sonido nos recorre las entrañas de manera maravillosa, pero no es tan pintoresco saber que cada vez que se martillan estas armas, se está perdiendo una munición que ya estaba lista para ser disparada. Algo lamentable para el cine, sobre todo si tenemos en cuenta que luego nos hace ver a los personajes sufrir porque sólo les queda una bala.

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Las balas explotan todo

Como si cada película que viéramos se tratase de un capítulo de Padre de Familia, todo lo que toque una bala será prendido fuego. Este es otro de los mayores mitos de la historia del cine relacionados con las armas de fuego. Podemos ver que miles de automóviles a través de la historia del cine fueron explotados por una pequeña bala en el tanque de combustible, esto no ocurre y si así fuese, cada vez que ocurriese una colisión o un accidente automovilístico, explotaría una calle entera.

En un caso real, si disparamos una bala directo al tanque de combustible de un auto, este no explotaría, solamente dejaría un agujero y el combustible se evaporaría, sin acción, sin fuego, sin explosión.

En fin, estar en contacto con la ciencia y con las cosas que suceden en la realidad, sí nos permite ver cómo son y cómo ocurren las cosas de verdad. ¿Qué te parecieron estos mitos sobre las armas alimentados por el cine