5 mejores destinos para desconectar de la tecnología

Cuando viajamos buscamos desconectar de la rutina, sus ruidos, grandes ciudades y, en algunos casos, la tecnología, algo no del todo claro vistas todas esas apps que han abierto nuevas fronteras para los viajeros del siglo XXI. No obstante, estos 5 mejores destinos para desconectar de la tecnología te alejarán de los smartphones, iPads y portátiles, de las ondas y las redes sociales. Sólo quedarán tú y la naturaleza.

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#1 Fernando de Noronha (Brasil)

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Situado a casi 360 kilómetros de la ciudad brasileña de Recife, este archipiélago perdido en el Atlántico evoca la quinta esencia del paraíso, el mismo donde internet sólo puede encontrarse en un pequeño bar y su ausencia en los hoteles es compensado con algunos descuentos. Elevado sobre tierras volcánicas, entre playas turquesas y selvas en la que los 600 turistas que permite el aforo y los biólogos conviven mano a mano, Fernando de Noronha es el lugar propicio si estás buscando desconectar de la tecnología y fusionarte con la Madre Tierra.

#2 Parque Nacional del Gran Cañón (Estados Unidos)

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Tan solo una tienda dispone de internet en todo el perímetro del que es uno de los lugares más nómadas del mundo. Montañas rojizas, águilas que se funden con los atardeceres y ríos silenciosos componen el parque de Arizona donde la armonía nunca se verá interrumpida por la vibración del móvil, ni siquiera cuando más lo necesites. ¿O es que nadie recuerda la película 127 horas protagonizada por James Franco?

#3 Islas Aran (Irlanda)

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Situadas en la desembocadura de la bahía de Galway, en la costa oeste de Irlanda, las tres islas que componen el archipiélago de Aran disponen de unos pocos guesthouses en los que el acceso a Internet es limitado o totalmente inexistente en el caso de alguno. Un destino ideal para viajar en el tiempo gracias a los vestigios de la cultura gaélica, el resto de sus murallas y templos, recorrer largos senderos en bicicleta, asomarse a las playas solitarias que golpean los acantilados y sentir la brisa del fin de Europa. Las travesías en ferry parten desde la ciudad de Doolin.

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#4 Bután

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El considerado como  el país más feliz del mundo (su gobierno decidió medir la Felicidad Interior Bruta de la nación) vio su primera televisión alrededor de los años 80, un indicio de la escasa aceptación de la tecnología en Bután. No obstante, el pago de 200 dólares diarios por parte de cada uno de sus visitantes al menos incluye una conexión a internet en ciertos lugares donde, seguramente, no te alcanzará durante esa obligada sesión de trekking, entre las localidades de Paro y Thimphu, enclavadas en las escarpadas montañas del Himalaya salpicadas de monasterios budistas, una naturaleza exótica o el más que posible visible panda rojo, el animal nacional.

#5 Selva del Amazonas (Brasil)

Si hay un lugar en el que podrás desconectar de todo, ese es el gran pulmón del planeta, especialmente en la parte que comprende la zona brasileña. Una aventura que comienza en la ciudad de Manaos y termina en la eternidad de la selva, entre ecolodges erigidos en los árboles, tours por ríos como el Negro o el Solimoes, atardeceres tropicales, jornadas de turismo étnico o el avistamiento de delfines de río que se transforman en hombres misteriosos a medianoche. Un reto para los sentidos donde la total desconexión está asegurada.

En estos  destinos donde desconectar de la tecnología internet apenas ha llegado o, si lo ha hecho, su presencia es mínima en la zona. Tendrás que esperar a tu vuelta para compartir todas esas fotos en redes sociales o consultar la meteo en tu app favorita, pues en esta ocasión deberás medirte a la altura de los grandes exploradores y viajeros de otro tiempo, olvidarte de todas esas conexiones que parecen poseerte durante el día a día y, de algún modo y regresar a esos lugares donde no existe el tiempo.

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