El trabajar es un derecho y necesidad de las personas y a lo largo de la historia diferentes empleos fueron evolucionando hasta llegar a lo que son hoy.
5 empleos hoy comunes que eran considerados horrendos en el pasado


Si les gustan las curiosidades históricas, hoy les contamos acerca de cinco empleos que actualmente son normales pero antes eran un verdadero castigo o, peor, un camino rápido a la muerte.
Coordinador de eventos
Hoy ser coordinador de eventos es un trabajo glamoroso, pero no siempre fue así: en la Antigua Roma este oficio era bastante peculiar y en muchos casos mortal.
Quienes organizaban las fiestas de los nobles y clases ricas debían encargarse de todo, incluyendo el preparar las orgías que allí ocurrían.
Al terminar las fiestas, quienes participaban no querían que se supiera que había ocurrido en ellas, así que se las tomaban con la pobre persona que había trabajado en organizarlas, ya sea torturándolo para callarle o simplemente matándolo.
Barbero

Los barberos son quienes se preocupan de mantener los cortes de cabello y afeitado de los varones, pero durante la historia han tenido roles diversos y bastante perturbadores.
En la época medieval los barberos ejercían como dentistas y cirujanos sin tener estudios sobre el tema y por supuesto sin utilizar anestesia. Además, se encargaban de realizar cortes en el cuerpo de las personas para dejar que la sangre fluyera hacia afuera, un tratamiento popular en esos tiempos y que suponía ser la cura para varias enfermedades.
Este era un trabajo ideal para sádicos sin conocimientos sobre medicina y cuyos establecimientos siempre estaban llenos de manchas de sangre.
Catador de comidas

Reyes, políticos, gente importante y nobleza sabían que debían cuidarse de los asesinatos y que uno de los métodos más comunes para matar personas de forma discreta era envenenando su comida.
La solución era simple: en vez de tener servicios de seguridad que estuviesen atentos a todo el proceso de preparación de los alimentos, hacían que una persona probara la comida antes que ellos. Si no le sucedía nada, sabían que podían consumirla sin problemas.
Sepulturero

En diversas culturas, quienes se dedicaban al entierro de los muertos eran considerados sucios y solo podían pertenecer a las clases o castas más bajas.
Los sepultureros no solo debían lidiar con el estigma de su profesión y el desprecio de la sociedad, sino que también corrían el riesgo de contagiarse del mal que había matado a quien estaban sepultando, algo que ocurría con bastante frecuencia durante epidemias como la de la Peste Bubónica.
Lavandera

Lavar ropa no es lo más agradable del mundo pero en la Antigua Roma era un trabajo horrible y no solo por carecer de máquinas modernas, sino porque para limpiar las prendas se utilizaba orina humana.
Las personas que se dedicaban a la profesión de lavandero o lavandera iban por la ciudad recolectando orina de los recipientes que la gente usaba para hacer sus necesidades en la calle.
Luego vertían la orina en un recipiente, colocaban la ropa a lavar dentro de este y debían ir revolviéndola de forma manual para que la amoníaco presente en el pis limpiara las prendas, por lo que literalmente se pasaban el día con las manos en orina ajena.
- Ver también: «Los usos de la orina más extraños en la historia»
Cinco empleos que actualmente existen y son una forma válida y respetable de ganarse la vida, pero que durante la historia fueron mal mirados, considerados asquerosos o incluso resultaban mortales.







