La vida de los pontífices está llena de curiosas circunstancias, algunas divertidas y otras trágicas. Mira algunas de las que rodearon a estos 5 papas.
5 curiosas y poco conocidas historias sobre la vida de 5 papas que te sorprenderán


5. Papa Clemente XIV
Fue un franciscano que llegó al papado en 1769. En principio, quiso adoptar el nombre de Sixto VI, para honrar a Sixto V, quien había sido el último papa proveniente de la orden fundada por Francisco de Asís. Lo convencieron de que eligiera otro nombre, en previsión de posibles burlas por la disonancia del que pensaba adoptar (Sixto Sexto).
En julio de 1773 disolvió la Compañía de Jesús, la poderosa orden jesuita, y catorce meses después murió, presumiblemente envenenado.
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4. Papa San Gregorio I Magno
Los religiosos que hacen vida monacal son personas de existencia austera y en reclusión. Gregorio Magno fue un romano que en 590 se convirtió en el primer monje que alcanza la dignidad pontificia. Fue el primero de los papas en hacerse llamar « siervo de los siervos de Dios». También fue el unificador de los territorios regados por la península itálica que más tarde se conocerían como Estados Pontificios, sustrayendo a la Iglesia del poder del imperio romano.
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3. Papa San Gregorio VII
Excomulgó a Enrique IV y cuando le informaron que el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico había partido en su búsqueda, creyó que su vida peligraba y se refugió en el castillo de Canossa. Pero Enrique IV iba solo, descalzo y disfrazado de monje, para solicitar la absolución.
Entonces el papa recuperó el brío e hizo esperar al monarca durante tres días, a la intemperie y congelándose en medio del crudo invierno de 1077, antes de perdonarlo. El episodio es conocido como la Humillación de Canossa. Hombre precavido, tomó la precaución de aforarse, estableciendo que ninguna autoridad terrenal podía juzgar a los papas, cuestión que solo competía a Dios.
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2. Papa Inocencio III
Gracias a un decreto de este papa, los adultos católicos tienen las obligaciones de confesarse y comulgar al menos una vez al año. Excomulgó al rey inglés Juan sin Tierra por un diferendo. El influyente cargo de Arzobispo de Canterbury estaba vacante y tanto el monarca como el papa tenían cada uno su candidato.
El pontífice ganó la porfía y como guinda expulsó al rey del rebaño. Fue amigo de San Francisco de Asís y de Santo Domingo de Guzmán, autorizando la creación de las órdenes religiosas de Franciscanos y Dominicos.
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1. Papa Inocencio VI
Trabajó como abogado en derecho civil y como juez antes de llegar al trono papal en 1342. No olvidó el ejercicio de la abogacía siendo ya pontífice. En el cónclave de su elección, el colegio cardenalicio decidió quitarle algunas facultadas, reservándolas para sí.
En instancia de alzada y mediante sentencia inapelable, Inocencio VI fue juez de un proceso en el que era parte interesada. Las inhibiciones legales por conflicto de intereses no existían en ese tiempo y el papa dictaminó sin rubor que estaba siendo despojado ilícitamente, recuperando todos sus poderes.
Intercedió ante el rey de Castilla, Pedro I el Cruel, para que dejara de propinarle palizas a su esposa Blanca de Borbón. En este caso, lamentablemente, tuvo poco éxito.
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