5 cosas que hasta hace muy poco tiempo eran consideradas desórdenes mentales por la Psicología

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En la historia de la medicina muchas enfermedades que en ese entonces se describían como existentes en realidad eran muestra de algo completamente normal en los humanos y, pese a ello, existían como diagnóstico.

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Hoy queremos enfocarnos en 5 cosas que hasta hace décadas se consideraban como enfermedades mentales y recibían crueles tratamientos médicos intentando «curar» lo que no existía.

5. Homosexualidad

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Aunque no lo creas, hasta hace muy, pero muy poco tiempo la homosexualidad era considerada un desorden psicológico que se podía «tratar». Recién en 1986 esta orientación sexual salió del manual de diagnósticos psiquiátricos y pasó a entenderse como lo que realmente es, algo natural.

Tristemente,  aún existen médicos y psicólogos que aseguran que la homosexualidad es curable mediante crueles y abusivas terapias de conversión, las cuales, gracias a personal científico coherente, están prohibidas en varios países del mundo.

4. Desorden de personalidad inadecuada

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Personas que, pese a ser sanas físicamente y no mostrar deficiencias intelectuales tenían problemas para adaptarse a la sociedad. Lo que puede ser introversión u otra condición como el autismo era hasta 1980 una enfermedad conocida como desorden de personalidad inadecuada.

Quienes eran diagnosticados con desorden de personalidad inadecuada no encajaban en el nivel de socialización y comportamiento que se consideraba típico y, según los médicos de la época, se debía a un problema en el lóbulo frontal del cerebro. Una de las curas utilizadas, era la lobotomía.

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3. Agotamiento mental

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Cansancio, ansiedad, debilidad física, etc., síntomas que pueden responder al agotamiento de la vida en las ciudades por el exceso de trabajo y responsabilidad, pero a finales del siglo XIX este conjunto de señales era diagnosticado como una enfermedad llamada neurastenia.

Los psiquiatras diagnosticaban la neurastenia como una enfermedad física y no solo mental,  además, la cura era descansar, realizar actividades al aire libre o simplemente irse a vivir fuera de las ciudades. La neurastenia recién dejó de considerarse un diagnóstico médico en 1930 y ahora sabemos que pueden ser síntomas de alguna condición psiquiátrica o simplemente un nivel de agotamiento tan grande que se manifiesta física y mentalmente y que podríamos comparar con el estrés.

2. Ganas de ser libre en personas esclavizadas

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Si bien se trata de un supuesto desorden mental que se diagnosticaba a mediados del siglo XIX, es tan indignante que merece un lugar en este listado. La dysaesthesia aethiopica se describía como una condición mental que hacía que los esclavos fueran rebeldes o no trabajaran lo suficiente.

Esta condición, que en realidad existía para justificar la esclavitud, fue acuñada por un médico estadounidense y la cura, según este pseudocientífico que además indicaba que solo afectaba a personas afrodescendientes, era el hacerles trabajar más y bajo los cuidados de una persona caucásica.

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Si la persona diagnosticaba era un afrodescendiente libre, los médicos recomendaban esclavizarle ya que su condición estaba causada por la incapacidad de funcionar en libertad y no bajo las órdenes de un amo.

1. Transgénero

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Nacer en un cuerpo con el que la persona no se identifica. Gracias a los avances de la ciencia y el pensamiento, hoy sabemos que tener una identidad de género no correspondida con el sexo biológico ni con la construcción social asociada a la división binaria del sexo es una realidad comprobada y que, de hecho, esto se puede constatar desde edades muy tempranas.

Sin embargo, llegar a este razonamiento nos ha tomado una vergonzosa cantidad de tiempo. Recién en 2012 se eliminó el desorden de identidad de género de los manuales de psiquiatría, reconociendo que las personas transgénero no estaban enfermas ni requerían terapias para vivir con una identidad y expresión de género que no coincide con la que, por simples convicción social, le fue asignado al nacer.

5 diagnósticos totalmente absurdos e incorrectos para condiciones que realmente no existían, pero servían para controlar a las personas además de justificar el racismo, la homofobia y discriminación al servicio del poder.

Sigamos construyendo un mundo más libre e igualitario, pensante e inteligente.