3 lugares turísticos de Siria que la guerra ha destruido

Una guerra es siempre algo que se debe evitar a toda costa en un país. La pérdida de vidas humanas y los daños materiales e inmateriales resultan luego irreparables y terminan por enfrentar a dos bandos con odio y reproches incluso más allá del fin del conflicto. Pero uno de los actualmente abiertos y de los más sangrientos de la historia actual, no parece tener fin.

De hecho, Siria sigue estando en el foco de las portadas internacionales de prensa. Pero más allá de todas las noticias que vemos en la TV, la guerra del país asiático se ha cobrado también grandes ciudades históricas y monumentos que los turistas del mundo, cuando todo vuelva a la normalidad jamás podremos volver a contemplar. Entre ellos, hoy en nuestro blog queremos destacar tres lugares turísticos de Siria que la guerra ha destruido; concretamente Aleppo, las ciudades muertas de Siria, y las casas colmena.

3# Aleppo

Es una conocida por todos porque gran parte del conflicto se desarrolla en ella. De hecho, es donde las tropas rebeldes han hecho frente al régimen. Sin embargo es de las más devastadas. Antes de que la guerra estallase podíamos ver en sus fronteras unas ciudades a las que controlaba desde su centro histórico de gran influencia árabe. Además, un minarete de la mezquita en donde la foto era casi obligada. Hoy de todo esto no quedan más que ruinas.

2# Ciudades muertas de Siria

Son esas ciudades que rodean Aleppo que te he mencionado en el párrafo anterior. Evidentemente por la cercanía al núcleo del conflicto son también de las más afectadas. Su particularidad para el turista internacional era precisamente el hecho de que vivieron tiempos de civilizaciones antiguas como los bizantinos, y en la Edad Media, sin aún tener una explicación del porqué fueron abandonadas. Ese abandono permitía a día de hoy contemplar casi intactas muchas costumbres de clases populares y señoriales en la zona.

1# Casas colmena

Se conoce con este particular nombre a un tipo de construcción rural siria con la que la forma que se le daba era cónica. Se hacían con ladrillos de barro y no era casual esta elección ni la anterior, ya que el fin último de estas viviendas era precisamente el de protegerse contra las inclemencias climáticas del desierto. Hoy apenas sabemos con certeza si quedan algunas en pie por la vigilancia de fronteras del régimen.

Como ves, el turismo también pierde mucho con las guerras y no solo destruyen el patrimonio humano que podríamos estar hoy disfrutando, sino que jamás se podrá volver a recuperar y costará años que el turista vuelva a Siria y se puedan beneficiar todos los ciudadanos de su inversión económica.