15 años de búsqueda, 15 años sin Marita Verón

María de los Ángeles Verón, más conocida como Marita, tenía 23 años y una hija de 3, Micaela, cuando el 3 de abril de 2002, una red de trata de personas la secuestró en la esquina de su casa en San Miguel de Tucumán.

Su mamá Susana Trimarco y su papá, Daniel Verón, iniciaron de inmediato una incesante búsqueda para encontrar a su hija y a los responsables de su desaparición.

La desaparición y los inicios de la búsqueda

Marita se dirigía por una consulta médica a la Maternidad de San Miguel de Tucumán, consulta a la que nunca llegó.

Su mamá, al ver que Marita no regresaba a la hora esperada, salió con su esposo a buscarla por todos lados. Hicieron la denuncia en la policía y aunque al principio no quisieron tomársela, a fuerza de insistencia lograron radicarla.

Pegaron afiches y recorrieron las calles sin respuestas hasta que un día, en la zona roja de la ciudad de Tucumán, una mujer que había sido vendida como esclava sexual reconoció a Marita y aseguró haberla visto en La Rioja.

Al confirmar que Marita había sido secuestrada por una red de trata, Susana Trimarco se hizo pasar por prostituta para preguntar en todo burdel de La Rioja si alguien la había visto. Daniel Verón se hizo pasar por “cliente” y proxeneta, también para encontrar a su hija.

Connivencia estatal y policial

En junio de 2002 llegaron hasta un prostíbulo de La Rioja llamado “El Desafío”, donde rescataron a Anahí Manassero, quien confirmó que a Marita la obligaban a prostituirse y que ese mismo día un policía se la había llevado para esconderla en su casa.

La complicidad por parte del Estado, la policía y los proxenetas que Trimarco siempre denunció por todas las trabas burocráticas que tuvo desde el día uno, finalmente estaban confirmadas.

Con el tiempo, más chicas fueron reconociendo a Marita en diversos prostíbulos, y aseguraban que la habían obligado a teñirse el pelo de color rubio y a usar lentes de contacto azules.

También comenzaron a surgir los primeros nombres de algunos responsables, ente ellos Liliana Medina, la dueña de varios prostíbulos de la provincia y sus hijos Gonzalo Gómez y el Chenga Gómez, quienes también estaban sumamente involucrados.

El día del juicio

El 8 de febrero de 2012 comenzó en Tucumán el proceso con 13 imputados, a los cuales se les dictó una condena, pero sus abogados presentaron un recurso extraordinario para que la Corte de la Nación lo revisara. Ante la mirada de un país que seguía el juicio oral por televisión, todos los acusados fueron absueltos.

En 2013 la Corte Suprema de Justicia de Tucumán revocó el fallo que dictaba la absolución de los responsables, y el 8 de abril de 2014 llegó la sentencia con penas de 15 a 22 años de prisión. Ante la apelación de la defensa, varios quedaron libres o cumplieron arresto domiciliario. Pero finalmente, se ordenó el regreso a prisión de todos ellos. 

Lamentablemente, Daniel Verón falleció en 2010 a causa de una descompensación cardíaca. Susana Trimarco y Micaela aún continúan con la búsqueda de justicia y desde la fundación María de los Ángeles, rescatan y asisten a las víctimas de la trata de personas.

Una de miles

La trata de mujeres existe desde mucho antes de la desaparición de Marita Verón, pero su caso -gracias a la incansable lucha de sus padres- sacó el tema a la luz y le puso nombre y algunas caras a la trata de mujeres en Argentina y a la existencia de esclavas sexuales.

El caso de Marita Verón se convirtió en un emblema que enfatiza la corrupción política, jurídica y mediática que hay frente a estos casos. Cientos de mujeres son vendidas como mercancía día a día y muchas fuerzas poderosas son las que lo hacen posible.

 A 15 años de su secuestro nos preguntamos: ¿ Dónde está Marita Verón?

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