Desde ratas que desarrollan inmunidad a los venenos hasta serpientes que cambian de color a causa de la contaminación, la evolución de animales y plantas se hizo necesaria, porque los humanos ejercen mucho estrés sobre el medio ambiente. A propósito, estos son los cambios que las distintas especies atraviesan por nuestra causa:
11 cambios físicos de animales y plantas para sobrevivir a nuestras acciones

Borrego cimarrón

El borrego cimarrón ha competido con sus pares para tener los cuernos más grandes con el fin de impresionar a potenciales parejas. Pero los humanos cazan esta especie y usan esos cuernos como ornamentos de pared. Por este motivo, los cuernos de estos borregos se han encogido un 25 %.
Serpientes nativas australianas

Las serpientes se alimentan de sapos, y cuentan con la mandíbula y el estómago del tamaño necesario para ello. Sin embargo, cuando los humanos introdujeron el sapo de caña venenoso en Australia, las serpientes de mandíbulas grandes comenzaron a ser las más perjudicadas ─una boca más grande permitía capturar una presa más grande, con más veneno, y por consiguiente, más letal─. Como consecuencia, el tamaño de la boca se ha reducido en la población de serpientes.
Golondrinas risqueras

Al construir nidos cerca de las autopistas, las golondrinas de acantilado son más propensas a sufrir accidentes de carretera. No obstante, los ornitólogos notaron que el número de aves muertas estaba disminuyendo y al investigar descubrieron que se debía a que las aves han desarrollado alas más cortas que las hacen más ágiles.
Ratón ciervo

El cultivo de maíz hace que haya abundancia de este alimento en las praderas, lo que representa un gran atractivo para los ratones ciervo. Sin embargo, la mandíbula media del ratón ciervo es demasiado pequeña y débil para comer los granos, por lo que están evolucionando con mandíbulas más grandes para poder alimentarse mejor.
Crepis sancta

En el campo, el hecho de que las semillas sean más livianas favorece su transporte y ayuda a que crezcan más plantas. Sin embargo, en el caso de las plantas que crecen en pequeños parques urbanos de la ciudad, es necesario que las semillas sean más pesadas para garantizar que caigan directamente al suelo. Para ello, la planta Crepis sancta ha evolucionado para generar semillas con un mayor peso.
Polilla moteada

Las alas moteadas de esta especie de polilla les ayuda a camuflarse con su entorno y evitar los depredadores. Pero no siempre fue así: durante la Revolución Industrial, el color de las polillas se volvió más oscuro para mezclarse en los edificios cubiertos de hollín. Su evolución fue científicamente comprobada por un genetista llamado Michael Majerus.
Saussurea alpina

Se trata de una flor que ha acortado su tallo para prevenir ser arrancada.
Serpientes de mar

Algunas serpientes marinas viven cerca de los humanos y, dado que el agua está contaminada, han desarrollado una piel más oscura, porque presenta grandes concentraciones de zinc y manganeso.
Elefantes sin colmillos

En Zambia, la proporción de elefantes hembra sin colmillos pasó del 10 al 40 % en 20 años. Todo a causa de la caza furtiva: los elefantes sin colmillos logran vivir por más tiempo y se reproducen más porque a los cazadores solo les interesa el marfil.
Bacalao del Atlántico

Algunos animales, como el bacalao del Atlántico, son capaces de adaptarse a la contaminación. Este pez oriundo del río Hudson, se ha convertido en un pez de ciudad, capaz de nadar en químicos tóxicos sin padecer efectos negativos.
Mosquitos

Otras especies han tenido que adaptarse a la vida en las ciudades, desarrollando rasgos particulares. Los mosquitos de Londres, por ejemplo, tienen menos exigencias respecto a su alimentación, son capaces de reproducirse todo el año y pueden aparearse en espacios reducidos.
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